En Filipenses 4 San Pablo nos da un plan de 5 pasos para manejar
nuestra angustia, que ha sido descifrado por Monseñor Charles Pope.
Este es el texto del pasaje de la escritura:
“Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres.
Que vuestra mesura sea conocida de todos los hombres.
El Señor está cerca.
No os inquietéis por cosa alguna; antes bien, en toda
ocasión, presentad a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la
súplica, acompañadas de la acción de gracias.
Y la paz de Dios, que supera todo conocimiento, custodiará
vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Por lo demás, hermanos, todo cuanto hay de verdadero, de noble, de
justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de
elogio, todo eso tenedlo en cuenta.
Todo cuanto habéis aprendido y recibido y oído y visto en mí,
ponedlo por obra y el Dios de la paz estará con vosotros”. (Fil 4: 4-9).
Sí comprendemos bien lo que nos sugiere San Pablo podemos lograr
una paz interior profunda y también irradiar felicidad.
Veamos los 5 pasos.
Paso 1 – Alegrarse en la Presencia del Señor
Esto implica cultivar el don de la presencia del Señor en nuestras
vidas.
Porque muchas veces nos volvemos hacia nosotros y nos olvidamos de
Él.
Ser conscientes de su presencia cercana en nuestra vida es
recordar permanentemente su poder y su amor por nosotros.
Paso 2 – Confiar en el Señor Sin Preocuparse
Confiar en el Señor sin preocuparnos, llevando nuestra
preocupación a la oración y a la petición a Él.
Dios se hace cercano en la oración y es el antídoto para nuestras
preocupaciones.
Debemos recordar que Dios tiene su manera de hacer las cosas y que
hemos visto en nuestra historia como Él ha actuado contestando nuestras
oraciones y peticiones.
Paso 3 – Recordar la Providencia del Señor con Acción de Gracias
Dios nos ha mantenido en nuestra historia y eso merece una Acción
de Gracias.
La Acción de Gracias disciplina nuestra mente porque el recuerdo
del actuar del Señor en nuestras vidas nos da esperanza y confianza.
De esta manera alimentamos lo positivo y desterramos lo negativo.
Paso 4 – Descansar en la Paz del Señor
Si descansamos en Él obtendremos una paz que trasciende toda
comprensión humana.
Esta Paz es una realidad profunda que se mantendrá en el tiempo,
en la medida que se realimenta con nuestros pensamientos positivos y del
decrecimiento de los pensamientos negativos.
Por lo tanto el descanso en la paz del Señor dispara un círculo
virtuoso.
Paso 5 – Reflexionar sobre el Plan del Señor
Finalmente San Pablo nos aconseja enfocar nuestros pensamientos en
el plan divino que Dios tiene para los hombres.
Y en el plan con el que ha provisto para nuestra vida, que lo
podemos descifrar si miramos el camino que hemos recorrido, y como ha estado
presente su mano dirigiéndonos.
En definitiva debemos recordar para desactivar nuestra angustia y
tener una mejor salud mental debemos ponernos en presencia del Señor, invocar
su poder, agradecer Su Providencia, saborear su paz y centrar nuestra atención
más en las cosas de Dios que en las del mundo.
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