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10 Señales para Reconocer si estás bajo Ataque Espiritual y 15 consejos de cómo defenderte

 

Mujer llorando

Hay situaciones externas que nos vuelven vulnerables a los demonios, a sus ataques. 

Como por ejemplo problemas de salud, cambios bruscos en nuestra forma de vida, la pérdida de un ser querido, un trabajo. un amor no correspondido, la plata que no alcanza. Todo tipo de situaciones que nos hacen perder el equilibrio, la paz interior.

Situaciones que nos llevan en muchos casos a estar deprimidos, continuamente angustiados, desmoralizados, confusos, enojados. En en el mejor de los casos nos lleva a tomar medicamentos por ejemplo, y en el peor de los casos, nos lleva a otro tipo de paliativos que nos terminan haciendo más daño y nos vuelven dependientes y esclavos.

una mano y muchas pastillas

Seguramente encontremos una y mil razones para justificar porqué nos sentimos tan mal, pero no percibimos que podemos estar sufriendo un ataque demoníaco, que no se cura ni con medicamentos ni con la esperanza que sólo desparezcan.

Ahora bien, es muy importante que tengas claro que nuestra lucha no es contra fuerzas humanas, sino con la fuerzas oscuras que que dirigen este mundo (Efesios 6,12)

Por lo tanto un ataque demoníaco es parte de la guerra espiritual que el maligno ha desatado contra vos. 

Y la única forma de salir vencedor es combatirla con las armas propias de la batalla espiritual, con la armadura de Dios (Efesios 6,11) de lo contrario puede que demores mucho en salir o no salgas nunca.

El objetivo de estos ataques es desestabilizarte para que te caigas. Lo que busca es neutralizarte espiritualmente para que te alejes de la única fuente de paz y protección. Para luego ofrecerte soluciones mágicas para calmar tu espíritu.

Y ¿Cuáles son esas soluciones que te ofrece el maligno?

Los hay de todo tipo. Sin embargo hará foco en tus debilidades. No te olvides que él te conoce más que vos mismo.

Buscará convencerte para que recurras a cualquier cosa menos a Dios. Cualquier cosa que elijas, que no sea Dios, será una victoria para él y una derrota para vos y para tu camino a la salvación.

Te dirá que recurras a tarotistas, adivinadoras, espiritistas, sectas, la búsqueda desesperada del dinero, e incluso cosas que no son malas en sí pero que cumple el objetivo que no busques a Jesús como tu salvador.

Y sólo para aclarar, Dios se presenta como celoso en el sentido de que no tolera la idolatría (del tipo que sea) ni la adoración a otros dioses. Su amor y compromiso hacia su pueblo son profundos y espera una lealtad total por parte de ellos.

Es importante entender que el término "celoso" en este contexto no tiene connotaciones negativas como la envidia o el egoísmo humanos. En el caso de Dios, su celo está basado en su amor y deseo de proteger la relación especial que tiene con su pueblo.

En síntesis con relación a los ataques, el enemigo de este mundo sigue la LEY DE LO MENOS MANO PARA ALEJARTE DE JESÚS. Si no logra que entregues tu alma a por intermedio de prácticas claramente en contra de Dios, al menos intentará que pongas en el primer lugar de tu vida cualquier actividad,  persona o cosa que se convierta, sin darte cuenta, en un ídolo. Un ídolo que desplace a Dios del primer lugar en tu vida. Y no te olvides nuestro Dios es un Dios celoso (Éxodo 20,5).

Por lo tanto debes comprender que la única forma de no ser afectado por este ataque o repelerlo, es mantenerte fuerte espiritualmente, unido firmemente a Dios uno y trino, y a la Virgen María, como las ramas están unidas al árbol que le da vida. 

Y que el ataque siempre funciona tratando de producir confusión, debilitamiento emocional, distracción del objetivo principal de tu vida e instalando el miedo. 

Y lo hace a través de la mentira y el engaño, aún de parte de fuentes que antes te parecían confiables.  

¿Y cómo detectar que el demonio te está atacando espiritualmente y que no se trata de un problema psicológico o que simplemente estás en unos días malos? 

Veamos los 10 signos característicos que podrías adjudicarlos a que estás sufriendo un ataque espiritual. 

1. Sentimiento de opresión o pesadez

Este es un síntoma común de un ataque espiritual. Puedes experimentar una sensación de carga emocional o espiritual sin una razón aparente. Es como si llevaras un peso sobre ti que te provoca malestar y dificulta tu bienestar general.

2. Pensamientos negativos persistentes

Si te encuentras constantemente acosado por pensamientos negativos, autodestructivos o llenos de duda, podría ser una señal de un ataque espiritual. Estos pensamientos pueden ser intrusivos y persistentes, afectando tu estado de ánimo y perspectiva.

3. Desánimo y pérdida de esperanza 

Sentirte constantemente desanimado, sin esperanza o sin motivación puede indicar la presencia de un ataque espiritual. Puedes experimentar una sensación abrumadora de desesperanza que afecta tu capacidad para encontrar alegría y propósito en la vida.

4. Conflictos interpersonales

Si de repente experimentas conflictos frecuentes e intensos con personas con las que generalmente tienes relaciones armoniosas, podría ser un signo de interferencia espiritual. Estos conflictos pueden ser inusuales y desproporcionados, y dificultan tus relaciones personales.

5. Insomnio o pesadillas recurrentes

La dificultad para dormir, las pesadillas frecuentes o despertar cansado sin razón aparente pueden ser indicadores de un ataque espiritual. Estos trastornos del sueño pueden afectar tu descanso y tener un impacto negativo en tu salud y bienestar general.

6. Pérdida de paz interior

Si sientes una inquietud constante, ansiedad o una sensación de falta de paz en tu vida, es posible que estés bajo un ataque espiritual. Puedes experimentar una agitación interna y una sensación de que algo no está en equilibrio, incluso en momentos de calma aparente.

7. Enfermedades inexplicables

Experimentar problemas de salud persistentes sin una causa médica clara podría ser una señal de un ataque espiritual. Estas enfermedades inexplicables pueden manifestarse físicamente y dificultar tu bienestar físico y emocional.

8. Obstáculos y bloqueos recurrentes

Si te encuentras enfrentando repetidamente obstáculos y bloqueos en tu vida, especialmente cuando estás tratando de avanzar espiritualmente, podría ser una indicación de interferencia espiritual. Estos obstáculos pueden manifestarse en diferentes áreas de tu vida, como relaciones, trabajo o crecimiento personal.

9. Dudas y cuestionamiento de fe

Si de repente te encuentras cuestionando tu fe, sintiendo dudas o dificultades para conectarte espiritualmente, podría ser resultado de un ataque espiritual. Puedes experimentar una crisis de fe que pone en peligro tu relación con lo divino y te llena de incertidumbre.

10. Pérdida de sentido de propósito

Sentirte perdido, sin dirección o sin un sentido claro de propósito en la vida puede ser un signo de un ataque espiritual. Puedes experimentar una sensación de vacío y desconexión, sin saber cuál es tu propósito o qué dirección tomar en tu vida. Esta pérdida de sentido puede generar confusión y frustración, y afectar tu motivación y satisfacción en diferentes áreas de tu vida, incluyendo el ámbito académico, laboral y personal.

En un ataque espiritual, es posible que sientas que tus metas y aspiraciones se vuelven borrosas o sin importancia, y que te encuentres luchando por encontrar un propósito más profundo y significativo. Puedes preguntarte sobre el sentido de la vida y sentirte desorientado en cuanto a tus valores y creencias fundamentales.

Es importante tener en cuenta que estos síntomas también pueden estar asociados con otras condiciones o situaciones de la vida. Por eso, es esencial buscar discernimiento espiritual y apoyo adecuado para evaluar y abordar cualquier situación de opresión espiritual que puedas estar experimentando.

Si sientes que estás pasando por un periodo de opresión espiritual, te recomendaría buscar ayuda y apoyo de un líder espiritual, consejero o comunidad de fe. Ellos pueden brindarte orientación y apoyo en tu proceso de liberación y restauración espiritual.

En conclusión, c
uando te sucedan varias de estas cosas debes tomar conciencia de que es muy factible que estás bajo un ataque.

Y ¿Qué podemos hacer cuando estamos bajo un ataque?

Antes que nada es bueno recordar lo que el Señor le dijo a Santa Faustina Kowalska: 

"Hija Mía, quiero instruirte sobre la lucha espiritual. 

Nunca confíes en ti misma, sino que abandónate totalmente a Mi voluntad" 

Y entonces haz estas cosas cuando tomes conciencia del ataque: 

1. Reprende al atacante aunque no lo veas, pero está ahí, nombra al demonio porque eso te dará poder sobre él. 

Vade retro satanás. 

2. Y recurre a San Miguel Arcángel, a la Santísima Virgen y a Nuestro Señor Jesucristo para que expulsen de al lado tuyo a los demonios que están tratando de tentarte y neutralizarte. 

Los exorcistas nos dan información muy valiosa sobre cómo expulsar demonios. 

Ellos los expulsan con el poder de Jesucristo. 

A veces el Arcángel Miguel viene a la batalla y amenaza al demonio con su espada. 

Y los demonios le tienen pavor a la Santísima Virgen. 

Una vez el Padre Cándido Amantini le hizo una pregunta al demonio que poseía a una persona: 

"¿Por qué tienes más miedo cuando invoco a María que cuando imploro al mismo Dios" 

Y el demonio respondió: «Me siento más humillado siendo vencido por una simple criatura que por Dios mismo»


3. Mantén una vida de oración
La oración es una poderosa herramienta para conectarte con lo divino y fortalecer tu espíritu. Dedica tiempo diario a la oración, buscando la guía y protección de Dios.

4. Estudia y medita en la Palabra de Dios
La Biblia es una fuente de sabiduría y fortaleza espiritual. Dedica tiempo a leer y reflexionar sobre los pasajes bíblicos que te ayuden a enfrentar los desafíos espirituales que estás experimentando.

5. Busca apoyo espiritual
No enfrentes los ataques espirituales solo/a. Busca el apoyo de un líder espiritual o un consejero pastoral de confianza que pueda brindarte orientación y acompañamiento en tu camino espiritual.

6. No abandones... 
La hora y el lugar de la oración, los sacramentos, la adoración eucarística y lee la escritura leyendo algún salmo o abriendo la biblia al azar.

7. Utiliza la armadura espiritual
En el libro de Efesios (Ef 6,11), se describe la "armadura de Dios" como una metáfora para protegernos de los ataques espirituales. Viste la armadura espiritual, que incluye la verdad, la justicia, la fe, la salvación, la Palabra de Dios y la oración, para mantenerte firme ante los embates del enemigo.

8. No abandones los lugares de poder
Tu iglesia, tu familia y tus obras son lugares de poder.

9. No te desconectes de la protección pastoral.

Muchas veces hay gente bajo ataque que se niega a ser ayudada; la confesión, la dirección espiritual y el frecuentar amigos de fe son el antídoto.

10. Rompe el debilitamiento y la opresión alabando a Dios

Vístete con un manto de alegría en lugar de un espíritu angustiado.

Tararea canciones, las viejas canciones de alabanza, dejando que tu corazón llegue al Señor.

Cuando damos gracias y alabamos a Dios, nunca triunfa el enemigo.

11. Rompe el círculo vicioso del miedo, con amor.

La Escritura nos dice que el amor perfecto echa fuera el temor.

Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino de poder, amor y una mente disciplinada

No importa lo que satanás te diga, no es la verdad, sino una perversión de la verdad.

Siempre que nos doblegamos a la fuerza del diablo en lugar de la de Dios, la calidad de nuestra vida se reduce; algo en nosotros muere cuando creemos una mentira.

12. Busca la compañía de otros creyentes

Mantén una comunidad de fe sólida. Participa en grupos de oración, estudios bíblicos o comunidades religiosas que te brinden apoyo y aliento espiritual.

13. Practica el perdón y la reconciliación

El perdón es fundamental en la vida cristiana. Perdona a aquellos que te han causado daño y busca la reconciliación cuando sea posible. Esto libera tu corazón de cargas emocionales y abre espacio para la sanación espiritual.

14. Fortalece tu vida interior

Cultiva una relación íntima con Dios a través de la adoración, la contemplación y la práctica de la presencia de Dios en tu vida diaria. Esto te ayuda a mantener tu enfoque en lo divino y a resistir los ataques espirituales.

15. Recuerda que no estás solo/a: 

Confía en que Dios está contigo en medio de los desafíos espirituales. Él promete nunca abandonarte y estar presente en cada situación. Busca su fortaleza y refugio en tiempos de dificultad. 


En resumen, los ataques espirituales son muy comunes en nuestros días. 

Pero muchas personas los transitan sin saberlo, pensando que están experimentando un problema psicológico, o una depresión, o que le sucedió un hecho que le ha cambiado la vida.

 Y como un problema trae al otro, se enroscan en un círculo vicioso que les impide salir. 

Por eso ten presentes los 10 síntomas típicos de ataque espiritual que hemos mencionado. 

Si tienes varios de ellos, entonces probablemente estés pasando por un ataque espiritual del demonio. 

E inmediatamente que tomes conciencia de que es así activa las recomendaciones que te hemos dado para librarte del ataque.

7 CLAVES PARA LA LIBERARTE DEL ATAQUE ESPIRITUAL

Sacramento, María y Jesús, confesión, Rosario, La Biblia


-La primera cosa es tomar conciencia de que estas bajo ataque.

Una vez que reconoces el ataque comenzarás a levantarte en la fe y la autoridad que Jesús te ha dado..

Reprende al atacante aunque no lo veas, pero está ahí, y rompe su poder sobre tu vida.

Recuerda que Jesús nos dio poder y autoridad para expulsar a los demonios y para sanar enfermedades (Lucas 9: 1). 

Aquí hay siete claves para tu liberación: 

A – Rompe este proceso con tu fe

«pero sin la fe es imposible agradarle, pues nadie se acerca a Dios sin antes no cree y que recompensa a los que lo buscan» (Hebreos 11: 6).

B – Rómpelo con la oración, el ayuno y los sacramentos

«Vivan orando y suplicando. Oren en todo tiempo según les inspire  el Espíritu. Velen en común y perseveren en sus oraciones sin desanimarse nunca, intercediendo en favor de todos los santos, sus hermanos.           

Dedíquense con perseverancia incansable a interceder por todos los hermanos, y también por mí, a fin de que encuentre palabras adecuadas para anunciar resueltamente el misterio del Evangelio» (Efesios 6: 18-19). 

“Esta clase de demonios sólo se puede expulsar con la oración y el ayuno” (Mateo 17:21) 

Rómpelo con la ayuda de los instrumentos de la Iglesia: los sacramentos de la confesión y la eucaristía. 

Eucaristía


Concurre más frecuentemente a la santa misa y póstrate ante el santísimo sacramento. 

Pide el auxilio de la Santísima Virgen, San José y otros santos de tu devoción. 

Sma. Virgen María


Recurre a San Miguel Arcángel y sus huestes. 

San Miguel Arcángel


C – Rómpelo con tu resistencia

«Sométanse a Dios; resistan al demonio, y él se alejará de ustedes» (Santiago 4: 7). 

Resiste “al mundo”: niégate a ti mismo, haz obras de caridad, practica el silencio.    

D – Rompe el ataque con los 5 “no hagas”

Una vez que hayas tomado una posición contra el ataque del enemigo, aquí están cinco cosas que NO debes hacer y que debes recordar. 

-No olvides que Dios te ha equipado con todo lo necesario para vencer a través de Él.  

-No abandones la hora y el lugar de la oración. Hay dos cosas que son vitales para una vida de oración exitosa: un tiempo de oración y un lugar de oración. 

-No abandones los lugares de poder. Tu iglesia, tu familia y tus obras son lugares de poder 

-No abandones el poder de la asociación. Es bueno estar cerca de personas que han vivido más tiempo, que han hecho más y pueden darte un consejo sabio, y de los amigos fieles y sencillos. 

-No te desconectes de la protección pastoral. Muchas veces hay gente bajo ataque que se niegan a ser ayudados; la confesión, la dirección espiritual y el frecuentar amigos de fe son el antídoto. Y también lo es la eucaristía y los demás sacramentos 

E – Rompe el efecto de la maldición y la confusión bendiciendo a los que te maldicen

Incluso si no sabemos específicamente quién está dirigiendo una maldición para nosotros, oraremos pidiendo una bendición para ellos o ellas. 

En otras palabras, le pedimos a Dios que los bendiga con la misma bendición que hemos experimentado nosotros con nuestro arrepentimiento y conversión a Cristo. 

Importante: Bendecimos y no maldecimos. 

Esto es vital, porque muchos cristianos se llenan de amargura y enojo por el conflicto.

Si descendemos al odio, ya hemos perdido la batalla. 

Debemos cooperar con Dios para la transformación del mal en un bien mayor dentro de nosotros. 

No sólo por ellos, sino para preservar nuestra propia alma de su respuesta natural hacia el odio. 

Un ejemplo típico de una oración contra las maldiciones sería la siguiente:

 “Padre Celestial, Tú sabes la batalla que viene contra mí. Te pido que perdones a los que están sirviendo al diablo. 

Por lo tanto, te pido que le derrames Tus bendiciones que rompen la oscuridad con la luz, que vence el mal con el bien, que traen esperanza a los desesperados y vida a los muertos. 

En el nombre de Nuestro Señor Jesucristo y con la intercesión de Nuestra Madre del Cielo. Amén.”

 F – Rompe el debilitamiento y la opresión alabando a Dios

Nos ponemos un manto de alegría en lugar de un espíritu angustiado. 

Si tienes un asalto de malos pensamientos, empieza a escuchar música de alabanza. 

Canta junto con esas canciones, dejando que tu corazón llegue al Señor. 

Construye un tapón de alegría alrededor de tu alma agradeciendo por todo lo que Dios te ha dado.

La Escritura dice que “¡Entren por sus puertas dando gracias, en sus atrios canten su alabanza. Denle gracias y bendigan su nombre!” (Salmo 100: 4.).

 

G – Rompe el círculo vicioso del miedo, con amor

La Escritura nos dice que el amor perfecto echa fuera el temor (1 Juan 4:18). 

Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino de poder, amor y una mente disciplinada (2 Tim. 1: 7).

No importa lo que satanás te diga, no es la verdad sino una perversión de la verdad. 

Jesús también dijo que satanás es un mentiroso y un asesino. 

Siempre creemos en la fuerza del diablo en lugar de Dios, la calidad de nuestra vida se reduce proporcionalmente; algo en nosotros muere debido a que creemos una mentira. 

Por lo tanto, debemos dejar de escuchar a satanás y simplemente hacer lo que el Señor nos dice que hagamos. 

Los miedos que nos acechan son a menudo el resultado de la oscilación, algo sin resolver en nuestra voluntad. 

Una vez que decidimos seguir verdaderamente a Cristo, la esclavitud del miedo puede ser superada. 

También ora por otros en el cuerpo de Cristo, que pueden estar luchando contra temores excesivos e imaginación aterradoras. 

“En el nombre de Jesús, ato el espíritu de temor y rezo para que, de acuerdo con tu promesa, has de librar a tu pueblo de todos sus miedos. En el nombre de Jesús. Amén.”  

SIEMPRE ALERTA

Al enemigo le gusta permanecer oculto.

Él engaña y trata de volar bajo el radar, pero el Señor está brillando con Su potente luz sobre los ataques.

Sobre cada cosa que te suceda, que cuestione tu camino adquiere el acto reflejo de preguntarte si no será una sugerencia del enemigo y un ataque espiritual.

No esperes hasta que el enemigo te esté rompiendo en pedazos para buscar la ayuda de aquellos que tienen un papel sano y pastoral en tu vida, y a los sacramentos.


Siempre los ojos espirituales se pueden abrir y la libertad surgir..

Ejercita tu autoridad y quiebra el ataque hoy.

Fuentes:

10 Señales que Indican que estamos Bajo Ataque Espiritual

TODOS ESTAMOS BAJOS ATAQUE ESPIRITUAL

Una mujer con la cara tapada con las manos y unas manos que parecen agarrarle la cabeza

Todas las personas enfrentan luchas espirituales en su intento de avanzar en las cosas de Dios. 

Uno de los trucos principales del enemigo es conseguir que la persona engañada no se dé cuenta de la profundidad de lo que le está sucediendo en su vida. 

A menudo la gente asume que la lucha que se enfrentan es sólo una batalla física, que hay un problema personal con su vida, pero bajo la superficie hay algo mucho más complejo que está teniendo lugar. 

Las personas están bajo un ataque espiritual. 

El ataque espiritual puede ser el resultado de una influencia demoníaca directa, o podemos estar experimentando los efectos de vivir en un mundo de pecado y gobernado por satanás.

¿Qué es un ataque espiritual directo?

Un ataque espiritual directo es una serie de eventos coordinados por el mundo demoníaco.

El objetivo del ataque espiritual es frustrar el plan y el propósito de Dios para nuestras vidas, a impedir nuestro crecimiento espiritual y santidad y a bloquear las bendiciones que Dios nos quiere regalar.

El enemigo de este mundo busca oprimirte y que pierdas la Fe. Quiere hundirte en un mar de tristeza y desesperanza. Que olvides definitivamente la promesa de Jesús que estaría contigo hasta el último día de tu vida.

San Pablo nos recuerda: «que satanás no se aproveche de nosotros, ya que conocemos bien sus intenciones» (2 Corintios 2:11). 

La Biblia nos dice que el diablo tiene varias estratagemas (engaños) que utiliza contra los seres humanos. 

Muchas personas asumen erróneamente que satanás es estúpido, pero él ha estado estudiando los pensamientos, las acciones y el comportamiento de la humanidad desde el principio de los tiempos. 

Él sabe cómo tentarte, él conoce tú debilidad. Sabe más de vos que tú mismo. No lo olvides nunca. No cometas el error de subestimarlo. Especialmente después de conocer a Cristo, de sentir su presencia en tu vida. En ese momento cuándo sientas que no hay nada en el mundo que pueda hacerte alejar de Jesús, en ese preciso instante es cuándo más debes cuidarte porque es el momento en que más te atacará el demonio. 

Sus secuaces son maestros en apretar los botones adecuados en el momento adecuado. No debemos ignorar las estrategias del enemigo.

 

Persona apretando botón

No podemos vivir nuestras vidas con nuestros ojos espirituales cerrados. 

Debemos andar en el Espíritu y ser conscientes de lo que está sucediendo a nuestro alrededor. 

Ahora sí,  

LOS 10 SÍNTOMAS DE QUE ESTÁS BAJO ATAQUE ESPIRITUAL

Es muy importante y yo diría que hasta es crucial poder reconocer las señales que te permiten identificar que estás bajo un ataque espiritual.

Ningún discípulo es más que su maestro. No sólo estamos llamados a hacer las mismas cosas que él hizo sino que también estamos llamados a compartir su cruz. Por lo tanto de la misma forma que fue tentado Jesús también seremos tentados nosotros. 

Si reflexionamos sobre las tentaciones que sufrió Jesús antes de su vida pública podremos empezar a discernir las señales de un ataque espiritual en nuestras vidas.

Entonces veamos cómo se dio la tentación en la vida de Jesús. En su guerra espiritual fue atacado por el demonio en 3 niveles:

Un ataque físico a nivel del Cuerpo: Sintió hambre y la tentación fue convertir las piedras en panes. En este nivel de ataque es a nuestra parte corporal, sobre nuestras necesidades básicas, como el comer y nuestra sexualidad.

Un ataque al nivel del Alma: el segundo ataque fue a nivel del alma o el Ego. La búsqueda del poder, cuando le dice “te serán dados todos los reinos de la tierra”. En nuestro caso pueden ser tentaciones de fama, éxito aparente, status. En este nivel tiene que ver con nuestra identidad, el enemigo busca falsear nuestra autentica identidad de hijos de Dios, para que pongamos nuestra atención en cosas pasajeras y superfluas. Estos ataques pueden manifestarse como materialismo y consumismo.

Un ataque al nivel del Espíritu: Este tercer nivel de ataque es el más sofisticado y difícil de discernir, ya que el enemigo usa como arma de ataque y tentación, la misma palabra de Dios, cuando dice “escrito esta”. Para poder detectar estos ataques tenemos que tener una asiduidad a la palabra de Dios y la oración, ya que estas tentación se presentan como “ángel de luz”, como inspiraciones “supuestamente buenas”, como ejemplo emprender alguna trabajo apostólico o prestar alguna ayuda, que son cosas buenas en sí mismas, pero que si no son inspirados por Dios, nos pueden desviar del propósito original de Dios.

Un ejemplo clásico es aquellos hermanos que por su ferviente deseo de agradar a Dios se embarcan en muchas actividades parroquiales descuidando a su familia, sus estudios o su trabajo.

Hay que hacer un buen discernimiento para saber distinguir aquellas actividades que Dios me pide que haga de aquellas que, más allá que son buenas en sí misma,  lo único que hace es desgastarnos para que luego terminemos abandonando todo, no sólo nuestra iglesia sino algo peor,  alejamos de Dios.

Dicho esto, vamos a profundizar un poco más en las señales que nos indican un ataque espiritual:

1. PÉRDIDA DEL DESEO O PASIÓN ESPIRITUAL.

En el libro del Apocalipsis, cuando el ángel le escribe a la Iglesia de Éfeso le dice: ” Pero debo reprocharte que hayas dejado enfriar el amor que tenías al comienzo” Apoc 2,4, los ataques buscan a toda costa, enfriarnos en nuestra vida espiritual, el deseo de conversión y santidad, nuestra entrega y espíritu de renuncia, nuestra participación en los sacramentos, en especial eucaristía y confesión.

El objetivo de cualquier ataque espiritual es apartarte de lo que Dios quiere hacer en tu vida.

No es lo mismo hacer las cosas de Dios por obligación que hacerlo por placer. Por ejemplo no es lo mismo ir a misa porque lo dice el precepto que ir a misa porque te deleita estar con Dios.

Por lo tanto la señal de un ataque espiritual es precisamente esta pérdida de placer, deleite espiritual por todo lo referido a Dios.

2. ESCASA O NULA VIDA DE ORACIÓN: 

La vida de oración tanto personal como comunitaria, es fundamental para mantener nuestro fuego encendido, para avivar la llama del Espíritu Santo que vive en nosotros. Por esto los ataques más frecuentes y normales del enemigo van dirigidos a nuestra vida de oración, generando olvidos, molestia, somnolencia, distracciones.

Además muchos a ver que su oración no da los resultados que esperan caen en la tentación de pensar que la oración carece de sentido y lo abandonan rápidamente.

¿Por qué Satanás quiere atacar nuestro tiempo de oración?

Satanás sabe que si no podemos orar estamos más abiertos a nuestros pecados, nos debilitamos y perdemos nuestra capacidad de discernir lo bueno de lo malo. Pero además saber que al cortar nuestro dialogo con Dios nos deja fuera del plan divino.

porque somos susceptibles a la tentación. Si no oramos, estamos más abiertos a comenzar a actuar en la carne. 

3.- FRUSTRACIÓN EXTREMA

Durante un ataque espiritual el enemigo usa una variedad de circunstancias para oprimir a la mente y traer una gran frustración.

Hay una falta de paz y esperanza: Todos podemos pasar por algunos de estos estados, pero cuando estas emociones se tornan permanentes, como un estado habitual del alma, podemos hablar de un ataque espiritual.

El fin de estos ataques es llevarnos al punto en que perdamos la esperanza de que algún cambio o mejora puede ser posible y llegado a ese punto perdamos la fe y reneguemos de Dios.

Recordá: NO HAY PEOR PECADO QUE LA FALTA DE ESPERANZA

4.-TOLERANCIA AL PECADO

La falta de sensibilidad espiritual, también se manifiesta como insensibilidad al pecado, paulatinamente y sin darnos cuenta, racionalizamos nuestras faltas y lo más grave es que nos vamos alejando del sacramento de la confesión.

5.- ATADURAS

unos pies atados con una soga
Las ataduras se manifiestan en áreas concretas de nuestra vida y nos da la sensación que nunca vamos a poder salir de ciertas situaciones y que con el paso del tiempo se agravan cada vez más, estás áreas pueden ser:

Emociones: permanecemos apegados a traumas y heridas que nos podemos soltar y nos hacen sufrir

Mente: pensamientos obsesivos, ideas que como “moscas” no nos dejan en paz. Ideas suicidas, pánico, etc.

Adicciones: drogas, alcohol, sexo, juego, etc

Economía: ataduras a deudas que cada vez son más y la creencia de que nunca se va a poder salir de las deudas.

5.1.- Te retrotraes a viejas ataduras 

En una larga batalla espiritual, como son casi todas, la persona es empujada a menudo hacia ciclos negativos de los que ya se liberó. 

El enemigo busca esclavizarte una vez más en las mismas ataduras viejas. 

Él puede desanimarte en tus esfuerzos convenciéndote que tus pecados no son suficientemente malos, para liberarte de pensar que cometes pecados. 

Y así puedes perder la noción de lo malo y lo bueno, lo que agrada a Dios o no, y sobre la condenación, lo que te lleva de nuevo en un espiral hacia una derrota más profunda.

Muchas veces esto ocurre después del sacramento de la confesión. 

No olvidar como dice la palabra de Dios, después de habernos liberados de los demonios con la confesión si volvemos a pecar los demonios vuelven con mayor fuerza.


6.- TUS EMOCIONES EMPIEZAN A GOBERNARTE



El enemigo quiere que nos enfoquemos en nuestras emociones porque cuando estamos en un estado demasiado emocional, no podemos enfocarnos en Dios. Cuando sentimos que nuestros problemas nos están rodeando, nos hace sentir ansiosos, abrumados y fuera de control.

Cuando estamos en este estado mental, cometemos errores al tratar de mejorar las cosas. Durante estos tiempos, Satanás puede poner una oportunidad en tu camino de pecado que “parece la solución” pero que seguramente es un pecado que hace que no te enfoques en Dios.

7.- PENSAMIENTOS NEGATIVOS O TEMORES CONSTANTES

Uno de los ataques más exitosos de Satanás son los ataques espirituales de la mente. Cuando Satanás bombardea nuestra mente con pensamientos y temores negativos, puede hacernos dudar de Dios. Satanás use estos pensamientos para alejarnos completamente de Dios.

A medida que notamos que nuestros pensamientos se vuelven más negativos o basados ​​en el miedo, es importante reconocer esto como un ataque espiritual.

9 – TE APARTAS DE LAS RELACIONES SANAS

Cuando todo aquello que nos aleja de Dios comienza a tentarnos y nos dejamos atrapar el siguiente paso es alejarnos de las relaciones santas

Tus nuevos amigos posiblemente estén más ocupados de satisfacer los deseos de la carne que agradar a Dios.

Si esta es tu situación entonces estás empezando a perder la batalla y preso de la voluntad del enemigo.

Si es así, estás tropezando en el campo de batalla y el enemigo te tiene a merced.

10. TODO COMIENZA A SALIR MAL

mujer apoyada en una baranda pensativa


Estás tratando de llevar a la familia a la iglesia esta mañana, pero todo va mal. El secador de pelo dejó de funcionar, los niños están peleando, la cremallera se rompió en los pantalones de su esposo, el perro vomitó en la alfombra nueva y ahora el auto no arranca.

Cuando la vida se convierte en una comedia de errores que aparentemente se amontonan, se trata de un ataque espiritual. Justo cuando recibes una gran factura de luz, el lavarropa deja de funcionar, se enferma el perro, etc. Estos ataques están diseñados para hacerte dudar de la presencia de Dios. El enemigo usa estos tiempos para hacerte sentir que Dios te ha abandonado.

Ser capaz de reconocer esto como un ataque espiritual es el primer paso en la lucha contra el enemigo.

 

Estos sólo son algunos de los ataques espirituales, sin duda que el demonio tiene todo un arsenal personalizado de artimañas para aplicar a cada uno de nosotros, ya que como lo decía en otro párrafo él nos conoce muy bien y sabe dónde atacarnos. Así que a estar atentos

Por último no olvides que en la vida de todo hijo de Dios hay dos momentos en el que estamos más vulnerables: cuanto tenemos todo y cuando no tenemos nada. 

Mantente cerca de Dios, tanto en los tiempos buenos como en los malos momentos.

  

Ver: 7 CLAVES PARA LA LIBERARTE DEL ATAQUE ESPIRITUAL