Cómo eran los Combates del PADRE PÍO con el Demonio



El Diablo le dio suficientes pruebas de su existencia, al Padre Pío obligándolo a afrontar “ásperos combates”.


Tales batallas fueron reconocidas en la correspondencia del fraile y fueron reales combates, siendo algunas con sangre.

Estas son algunas de los sucesos que le ocurrieron al Padre Pío con el demonio.

EL PADRE PÍO SUFRIÓ VARIEDAD DE ATAQUES DEL DEMONIO

Cuenta el Padre Gabriele Amorth que desde su infancia, el padre Pío disfrutó de visiones celestiales pero que también experimentó presencias diabólicas terribles.

Estos le atormentaban en las formas más terribles.

De vez en cuando le azotaba con cadenas pesadas, dejándolo herido y sangrando.

Afortunadamente, el propio Padre Pío describe muchos de sus encuentros con los demonios.

En una carta al Padre Benedetto el 3 de junio 1919 el Padre Pio dice: “no tengo un minuto libre todo mi tiempo los uso en arrebatar a mis hermanos de las garras de Satanás”.

Los cuentos de su director espiritual en 1911 en el monasterio de Venafro son particularmente vívidos.

Esa fue la primera vez que el Padre Pio reveló su rica vida interior, sus visiones y sus tormentos diabólicos.

El diablo se le aparecía como un gato negro feo, o en la forma de un animal verdaderamente repugnante. La intención era obvio, llenarlo de terror.

Otras veces los demonios venían como niñas jóvenes, desnudas y provocadoras, realizando bailes obscenos, para poner a prueba la castidad del joven sacerdote.

Pero el Padre Pío sintió su mayor peligro cuando el diablo trataba de engañarlo, tomando la forma de uno de sus superiores (su superior provincial o su director espiritual) o en una forma sagrada (el Señor, la Virgen, o San Francisco).

Aprendió una “regla de oro”, que también encontramos en los escritos de Santa Teresa de Jesús, y que enseñó algunos de sus seguidores espirituales.

Se dio cuenta que hay una cierta timidez cuando la Virgen o el Señor se aparecen, seguido de una sensación de paz cuando la visión se va.

Por otro lado, un diablo en forma sagrada provoca una inmediata sensación de alegría y de atracción, sustituido posteriormente por el remordimiento y tristeza.

En una carta a su director espiritual el 18 de diciembre de 1912, el Padre Pio dijo:

“La otra noche, el diablo se me apareció como de uno de nuestros padres y me dio una orden muy estricta del Padre Provincial de no escribir para usted nada más.

Porque que está en contra de la pobreza y es un serio obstáculo a la perfección.

Confieso mi debilidad, querido Padre, porque lloré amargamente, creyendo que se trata de un hecho.

Nunca sospeché ni siquiera débilmente que se trataba de una de las trampas del ogro hasta que el ángel me reveló el fraude”.

LOS ATAQUES FÍSICOS

Respecto a los ataques físicos del demonio hay muchas cartas, menciones y testimonios.

En una ocasión, el Padre Francesco estaba a punto de salir de la celda del Padre Pío.

Y dijo éste, “No se vaya, de lo contrario el demonio vendrá”.
Se quedó un tiempo, pero después se fue y a unos pocos pasos de distancia oyó un ruido terrible, y regresó. El Padre Pio había sido asaltado.

El Padre Pio reveló la ferocidad alucinante de la malicia diabólica:

“El ogro no va a admitir la derrota; ha aparecido en casi todas las formas.

Durante los últimos días, me ha hecho visitas junto con algunos de sus seguidores armados con palos y armas de hierro y, lo que es peor, su propia forma de diablos.”

El Padre Pio reveló los increíbles sufrimientos a los que le sometía el diablo:

“¿Quién sabe cuántas veces me ha tirado para sacarme de la cama y me arrastró por la habitación?…

La otra noche fue una de las peores.
Desde las diez de la noche cuando fui a la cama hasta las cinco de la mañana, el maligno no dejaba de golpearme…

Realmente pensé que era la última noche de mi vida; o si no me muero, me volvería loco.

A las cinco en punto de la mañana, cuando el maligno me dejó, todo mi ser estaba envuelto en dolores y temblando de pies a cabeza.

Duró unas pocas horas. Estaba sangrando de la boca…”

En la noche del 5 de julio de 1964, un grito de pedido de ayuda se escuchó en el convento:

“Hermanos, ayuda”  Era el Padre Pío pidiendo ayuda a sus hermanos, quienes corrieron a ayudarlo.

Y encontraron Padre Pio tendido en el piso sangrado de la nariz y la frente, y con heridas encima de la ceja derecha.

Estas batallas contra el demonio las dio también por otras personas.

PADRE PÍO EXORCISTA

El padre Pío podía distinguir con claridad si el alma de una persona estaba poseída por satanás. Le comunicaría entonces el peligro a la persona sola.

Durante la confesión, a veces hacía un gesto como para alejar algo. Tal vez le estaba pidiendo al Señor para liberar al penitente de una tentación o mal hábito.

Muchas de las luchas más difíciles del Padre Pío con los demonios se producían cuando trataba de rescatar a las almas de la posesión diabólica, ya sea en el confesionario o cuando él estaba orando por uno de sus seguidores espirituales.

El Padre Pío nunca se realizó exorcismos oficiales. Él, sin embargo, tenía un discernimiento extraordinario para las almas en peligro.

Muchas personas supuestamente poseídas por los demonios fueron llevados ante el Padre Pío, y su actitud cambiaba con cada caso diferente.

Digamos que él podía decir si la posesión era susceptible de liberación o no.

Una vez el Padre Pío liberó un joven simplemente pronunciando las palabras “Vete”. Pero tales liberaciones repentinas eran extremadamente raras.

Otra vez don Faustino Negrini acompañado de una persona joven llamado Agnese Salamoni, que había sido maldecido por ser la “niña modelo de la parroquia” fue capturada por una repentina posesión diabólica.

El Padre Pio dijo que una simple bendición sobre ella, y parecía dar sus frutos.

El mismo Don Faustino completó la liberación, después de 13 años de oración. Parece que el Padre Pío tenía la sensación de que aún no había llegado su hora de liberación.

EL PERRO DE 1906

Uno de los primeros contactos que el Padre Pío ha tenido con el príncipe del mal, remonta al año de 1906 cuando el Padre Pío volvió del convento de Sant  ‘Elia a Pianisi.

Una noche de verano no logró dormirse por el calor sofocante. De la habitación vecina le llegó el ruido de los pasos de un hombre.

El Pobre fraile Anastasio no puede dormir como yo, pensó el Padre Pío. Quiero llamarlo, al menos para hablar un poco.

Fue a la ventana y llamó el compañero, pero la voz  se le quedó en  la garganta: al observar que sobre el alféizar de la ventana vecina se asomó un monstruoso perro.

Así el mismo Padre Pío contó:

Por la puerta con terror; vi entrar un gran perro, de cuya boca salió mucho humo.

Caí sobre la cama y oí que dijo: ‘es él, es él’ – mientras estuve en aquella posición.

Vi aquel animal que saltó sobre el alféizar de la ventana, y luego de esto se lanzó sobre el techo del frente, y desapareció.

EL PADRE PÍO MOLESTA MÁS QUE SAN MIGUEL ARCÁNGEL

Las luchas entre el Padre Pío y satanás se agriaron cuando el  Padre Pío liberó a los poseídos.

Más de una vez – el Padre Tarcisio contó que antes de  salir del cuerpo de un poseído, el Malvado ha gritado:

Padre Pío nos das más molestias tú que San Michele. Y también: Padre Pío, no nos arranques las almas y no  te molestaremos.

Pero veamos cómo el mismo Padre Pío describe en las cartas mandadas a sus directores espirituales, los asaltos de Satanás.

Carta al padre Agostino, del 18 de enero de 1912:

… Barba Azul no quiere ser derrotado. Él ha venido a mí casi asumiendo todas las formas.

Desde  varios días  acá, me viene a visitar, junto con otros de sus espíritus infernales armados de bastones y piedras. Lo que es peor; es que ellos, vienen con sus semblantes.

Tal vez cuántas veces, me ha sacado de la cama y me ha arrastrado por la habitación. ¡Pero paciencia! Jesús, la Mamá, el angelito, San José  y el padre San Francisco siempre están conmigo.

PIDE AYUDA AL ÁNGEL DE LA GUARDA


La carta a Agostino del 5 de noviembre de 1912: Estimado Padre:

Yo no puedo explicarle, a usted cómo ellos están pegándome. A veces yo pienso que me voy a morir.

El sábado yo pensé que ellos realmente quisieron matarme, yo no hallaba a qué santo pedirle ayuda.

Yo me dirigí a mi ángel de la guarda, suplicándole ayuda, quien me hizo esperar largo tiempo, y finalmente, él voló  alrededor de mí y con su voz angélica cantó himnos de alabanza a Dios.

Entonces una de esas escenas usuales pasó; Yo le reñí severamente, porque él me había hecho esperar tanto por su ayuda, a pesar de que lo había llamado urgentemente.

Y por castigo, yo no quise mirarlo a la cara, yo quería que él recibiera más que un castigo de mí, yo quise huirle.

Pero, él pobre, me miró llorando, él me tomó, hasta que yo lo mirara, yo lo miré fijamente en la cara y vì que él lo sentía.

LOS DEMONIOS NO QUIEREN QUE EL PADRE PIO CUENTE SUS BATALLAS

Carta al Padre Agostino  del 18 de noviembre de 1912…..

El enemigo no quiere dejarme solo, me pega continuamente. Él intenta envenenar mi vida con sus trampas infernales.

Él se molesta mucho porque yo le cuento estas cosas. Él me hace pensar en no decirle, los hechos que pasan con él. Él me dice que lo narre a las visitas buenas que yo recibo; de hecho él dice que le gustan sólo estas historias. 

El pastor ha estado informado de la batalla que yo tengo con estos demonios, y con  referencia a sus cartas; él me sugirió que yo vaya a su oficina a abrir las cartas.

Pero en cuanto yo abrí la carta, junto con el pastor, encontramos que la carta estaba sucia de tinta. ¿Era la venganza del  diablo?

Yo no puedo creer, que usted me ha enviado la carta sucia; porque usted sabe que yo no puedo ver bien.

Al principio nosotros no pudimos leer la carta, pero después de poner el Crucifijo en la carta; nosotros tuvimos éxito leyéndola, aun cuando nosotros no  éramos capaces de leer en letras pequeñas…

GOLPEADO EN FORMA BRUTAL

La carta al Padre Agostino del 13 de febrero,  de 1913:

Ahora, que veintidós días han pasado, desde que Jesús permitió a los diablos para descargar su enojo sobre mí.

Mi Padre, mi cuerpo todo se machuca de las palizas que yo he recibido en el presente por nuestros enemigos.

En varias oportunidades, ellos me han quitado mi camisa incluso, y me han golpeado de  una manera brutal…

JESÚS LO LEVANTA

Carta al Padre Benedetto de fecha  18 de marzo de 1913:

Estos diablos no dejan de pegarme, mientras  que también me tumban de la cama.

¡Ellos igualmente me quitan mi camisa, para pegarme! Pero ahora ellos no me asustan ya.

Jesús me ama, Él me alza a menudo y me pone en la cama.

CON SATANÁS EN EL CONFESIONARIO

Satanás fue más allá de todos los límites de provocación,  con el Padre Pío; hasta le dice que él era un penitente. Éste es el testimonio del Padre Pío:

Un día, mientras yo estaba oyendo las confesiones, un hombre vino al confesionario dónde yo estaba.

Él era alto, guapo, vestido con algo de refinamiento y era amable y cortés.

Comenzó a confesar sus pecados; los cuales, eran de cada tipo: contra Dios, contra el hombre y contra las morales. ¡Todos los pecados eran molestos!

Yo estaba desorientado, por todos los pecados que él me dijo, y respondí.

Le traje la Palabra de Dios, el ejemplo de la Iglesia, la moral de los Santos, pero el penitente enigmático se opuso a mi palabras justificando, con habilidad extrema y cortesía, todo tipo de pecado.

Él vació todas las acciones pecadoras y él intentó hacerlas normal, natural, y humanamente comprensibles todas sus acciones pecadoras.

Y esto no solamente para los pecados que eran repugnantes contra Dios, Nuestra Señora, y los Santos, él fue rotundo sobre la argumentación sobre pecados morales muy sucios y ásperos.

Las respuestas que él me dio con experimentada malicia me sorprendieron.

Yo me pregunté: ¿quién es él? ¿De qué mundo viene él? E intenté mirarlo bien, leer algo en su cara.

Al mismo tiempo concentré mis oídos a cada palabra, para darle el juicio correcto que merecían.

Pero de repente; a través de una luz vívida, radiante e interior yo reconocí claramente quién era él.

Con autoridad divina yo le dije: diga…….”Viva Jesús por siempre” “Viva María eternamente”.

En cuanto yo pronuncié estos nombres dulces y poderosos, satanás desapareció al instante en un goteo de fuego, mientras dejaba un hedor insoportable.

Padre Pío confesando



EL PADRE PÍO SE TRANSFORMA EN JESÚS

Don Pierino es sacerdote y uno de los hijos espirituales del padre Pío que estaban al mismo tiempo presentes. Fr. Pierino cuenta la historia:

Un día, el Padre Pío estaba en el confesionario, detrás de las cortinas. Las cortinas del confesionario no estaban cerradas totalmente y yo tuve la oportunidad de mirar al Padre Pío.

Los hombres, mientras miraban los registros, se apartaron, todos en una sola fila. Del lugar dónde yo estaba, yo leía el Breviario, intentando siempre mirar al Padre.

Por la puerta de la iglesia pequeña, entró un hombre. Él era guapo, con los ojos pequeños y negros, pelo canoso, con una chaqueta oscura y los pantalones bien arreglados.

Yo no quise distraerme, y seguí recitando el breviario, pero una voz interior me dijo: “¡Detente y mira!”. Yo miraba al  Padre Pío.

Ese hombre,  simplemente se detuvo delante del confesionario, después de que el penitente anterior se marchó. Él desapareció rápidamente entre las cortinas, mientras estaba de pie, delante del Padre Pío.

Entonces yo no vi más al hombre cabello oscuro. Algunos minutos después, el hombre se hundió en el suelo con sus piernas ensanchadas.

En la silla en el confesionario, de pronto ya no vì al Padre Pío, y en su lugar vì a Jesús, pero, Jesús era rubio, joven y guapo y miró fijamente  al hombre, quien tuvo por tumba al suelo.

Entonces de nuevo logré ver al Padre Pío que surgió  otra vez. Él volvió para tomar su asiento en su mismo lugar y su apariencia emergió de la de de Jesús.

Ahora podía ver claramente al Padre Pío. Yo oí su voz inmediatamente: “¡Dense prisa!” ¡Nadie notó este acontecimiento! Todos continuamos de nuevo en lo que estábamos.

Fuentes: www.forosdelavirgen.org











Qué significado tiene cada día de la semana y cada mes para el Catolicismo

La cultura judeocristiana no considera el tiempo como circular al modo de los orientales, sino que avanza hacia adelante.

Pero la Iglesia Católica estructura su vida litúrgica en base a una recurrencia de un período semanal y otro anual.

Misa en la Basílica


Cada día de la semana tiene para la Iglesia un significado diferencial, porque hace memoria de una parte específica de la fe.
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Lo mismo que sucede en cada mes del año.   

EL TIEMPO EN EL JUDEO CRISTIANISMO

El famoso filósofo estudioso de las religiones Mircea Eliade habla que existen dos paradigmas para conceptualizar el tiempo.

Uno es el enfoque cosmológico y otro es el enfoque histórico.

En el enfoque cosmológico el tiempo es cíclico.
Se lo puede observar en el ciclo natural que se repite.

En la primavera la naturaleza florece y en el otoño la naturaleza se retrae al punto de desaparecer.

Pero vuelve a resurgir en la próxima primavera.

Este enfoque cosmológico está extendido en las religiones paganas y especialmente en la New Age, que proclama la reencarnación.

En cambio en el enfoque histórico el tiempo avanza linealmente hacia adelante.
Y este es la idea de tiempo que se adjudica a los judíos y que se ve en funcionamiento ve cuando se analiza el Diluvio.

Hay muchas culturas que hablan de un diluvio universal que destruye la civilización, y ésta tiene que comenzar de nuevo.

En las culturas paganas este evento del diluvio es considerado recurrente.

Es un evento que termina con la civilización y da comienzo a una repetición del nacimiento de una nueva civilización.

Pero en el caso de los judíos Yahveh cortó este ciclo recurrente diciendo que nunca más se repetirá la inundación.

De este modo se puede reconstruir el mundo y progresar.

La idea de progreso está en las antípodas de un mundo inmutable que gira sobre sí mismo.
Hace que el esfuerzo humano sea entendible y aceptable, porque no está condicionado por una lógica de la repetición.

Pero los judíos agregaron una sofisticación a este argumento histórico, poniéndole encima una capa de repetición.

De modo que el tiempo ya no es visto solamente como una línea que marcha hacia adelante.

Sino como un espiral ascendente, en el que se van repitiendo círculos en el marco de una tendencia ascendente.

 

PARA LA IGLESIA CATÓLICA  EL TIEMPO TIENE UN SIGNIFICADO DISTINTO

Y esto lo ha heredado el cristianismo cuándo le da un significado diferente a cada día de la semana y a cada mes del año, y que se repite año a año.

Sin embargo lo importante de esta repetición no es volver a hacer lo mismo sino a crecer espiritualmente cada vez que vuelve el ciclo.

Aunque la vida de la Iglesia se estructura a través del ciclo litúrgico que se repite año a año, cada tiempo de cada año es vivido de forma distinta y significa cosas diferentes para la propia Iglesia, y para cada uno de nosotros.

Esta Cuaresma y Semana Santa no son iguales a las del año pasado ¿o me equivoco?

Por otro lado, el tiempo es santo, porque Dios creó el mundo tomándose un tiempo preciso en cada día de la semana, y cada día lo usó con fines distintos.

Y en nuestra existencia, vemos al tiempo como un regalo de Dios, como oportunidades que Él nos da para progresar en nuestro camino hacia la Vida Eterna.

Como el tiempo corre para adelante es un recordatorio de que nuestras vidas son finitas y que debemos aprovechar cada minuto porque no vuelve.

Como dice el salmista:

“Enséñanos lo que valen nuestros días, para que adquiramos un corazón sensato” (Sal 90:12).

Pero eso no quiere decir que cada época del año y día de la semana no tengan un significado especial.

Para la Iglesia lo tienen, porque su ciclo de esfuerzos semanales y anuales están anclados al ciclo litúrgico que se repite cada año.

Es la capa de recurrencia en espiral que se añade al tiempo lineal.

Es por eso que la Iglesia da un significado y una valoración diferente de los días y los meses.

Es por eso que podemos hablar de un Tiempo Católico, en que cada día de la semana y mes del año tiene un significado diferencial.

EL SIGNIFICADO CATÓLICO DE CADA DÍA DE LA SEMANA 

Domingo: La Santísima Trinidad



El domingo está dedicado a la Santísima Trinidad, además de ser el día de la Resurrección de Nuestro Señor.

Esto es completamente adecuado ya que el domingo es el primer día de la semana y el día en que ofrecemos al Dios Padre, al Hijo y al Espíritu Santo nuestra alabanza, adoración y acción de gracias.

 
Lunes: Los Ángeles



El lunes es el día en que recordamos a los ángeles.

Los ángeles son poderosos guardianes, y cada uno de nosotros está protegido por uno.

Muchos de los santos tenían una gran devoción a los ángeles en general, y a su ángel de la guarda en particular. 

Martes: Los Apóstoles


Los apostoles

La Iglesia Católica es apostólica.

Es decir, está fundada en la autoridad y la enseñanza de los apóstoles, particularmente en San Pedro, a quien Jesús entregó las llaves de Su Reino.

Cada obispo es un sucesor directo de los apóstoles. 

Miércoles: San José


San Josè


San José es conocido como el príncipe y principal patrón de la Iglesia.

Como padre terrenal de Jesús, tuvo un papel especial en la protección, providencia e instrucción de Jesús durante su vida terrena.

Ahora que Cristo subió a los cielos, San José continúa ejerciendo su paternal tutela al cuerpo de Cristo, la Iglesia.

Jueves: La Sagrada Eucaristía




Nuestro Señor instituyó la Santa Eucaristía un día jueves, así que es adecuado que recordemos el más grande de los sacramentos en este día.

La Eucaristía es el regalo más grande de Dios a la humanidad, ya que es nada menos que el mismo Jesús.

¿Qué regalo podría ser más grande? 

Viernes: La Pasión de Jesucristo


La pasión de Jesus Cristo


Jesús fue azotado, escarnecido, y crucificado un viernes.

Por ello, la Iglesia siempre ha considerado los viernes como días de penitencia y sacrificio.

Este día debería ser siempre un día de arrepentimiento y uno en el cual recordemos la entrega total de Cristo para salvarnos de nuestros pecados. 

Sábado: Nuestra Señora


La Virgen María


Hay una serie de razones teológicas por las cuales el sábado está dedicados a la Virgen.

Tal vez la más significativa es que el Sábado Santo, cuando todo el mundo abandonó a Cristo en la tumba, ella fue fiel a Él, esperando confiadamente su resurrección el primer día de la semana.

EL SIGNIFICADO CATÓLICO DE CADA MES  

Enero: El Santo Nombre de Jesús

No hay nombre más poderoso que el Nombre de Jesús, y con él comenzamos el año calendario.

El Catecismo bellamente resume el poder de este nombre:

“Pero el Nombre que todo lo contiene es aquel que el Hijo de Dios recibe en su encarnación: JESÚS.

El nombre divino es inefable para los labios humanos, pero el Verbo de Dios, al asumir nuestra humanidad, nos lo entrega y nosotros podemos invocarlo: “Jesús”, “YHVH salva”.

El Nombre de Jesús contiene todo: Dios y el hombre y toda la Economía de la creación y de la salvación.

Decir “Jesús” es invocarlo desde nuestro propio corazón.

Su Nombre es el único que contiene la presencia que significa.

Jesús es el resucitado, y cualquiera que invoque su Nombre acoge al Hijo de Dios que le amó y se entregó por él”(CIC # 2666) 

Febrero: La Santísima Trinidad y la Sagrada Familia

La Sagrada Familia es un reflejo terrenal de la Santísima Trinidad. Meditando en la Sagrada Familia, podemos aprender el significado del amor, la obediencia, y la verdadera paternidad y maternidad.

También nos recuerda que la familia es la unidad fundamental tanto de la sociedad como de la Iglesia.

Y la Santísima Trinidad es el culmen de nuestra fe. 

Marzo: San José

San José es el icono de Dios Padre: silencioso pero activo y satisfaciendo perfectamente las necesidades de todos.

La Iglesia invoca constantemente la protección de San José, exhortándonos a acudir a José. 

Abril: Resurrección de Jesucristo y la Alegría Pascual

La Santa Iglesia es la guardiana de la memoria de la Resurrección del Señor.

Y esta es la base de nuestra fe, es nuestra esperanza.

Y la Sagrada Eucaristía es hoy un símbolo de ello.

Durante dos mil años, la Iglesia ha guardado este tesoro, administrándolo a los fieles y proclamando que es nada menos que el mismo Jesús.

Nunca podremos ser demasiado devotos del Santísimo Sacramento o mostrarle demasiado honor. 

Mayo: La Santísima Virgen María




Desde siempre, Nuestra Señora ha sido asociada con la belleza de las flores y la llegada de la primavera en el hemisferio norte.

Esto es apropiado porque ella es hermosa y es la Madre de nuestro Señor Jesucristo, que es la vida del mundo.

En mayo la Iglesia recuerda a la Virgen gloriosa con coronaciones y procesiones en su honor. 

Junio: El Sagrado Corazón de Jesús


El Sagrado Corazón de Jesús



El Sagrado Corazón de Jesús es la revelación del inmenso amor de Dios por nosotros.

A menudo se lo representa como un horno ardiente, perforado y roto, pero palpitante de amor.

El Sagrado Corazón es asimismo un profundo recordatorio de la humanidad de nuestro Señor, porque su corazón no es un simple símbolo, sino una verdadera realidad física.

Julio: La Preciosa Sangre de Cristo




La sangre de Cristo nos salva del pecado.

Es la sangre de Cristo la que nos da la esperanza del cielo.

San Pablo nos dice que Jesús reconcilió “en sí mismo todas las cosas, ya sea en tierra o en el cielo, haciendo la paz por la sangre de su cruz” (Col. 1:20).

Sin la sangre de Cristo derramada por nosotros, todo estaría perdido. 

Agosto: El Inmaculado Corazón de María


Sagrado Corazón de María


El corazón de María es un corazón maternal, un corazón lleno de amor y misericordia para sus hijos.

El corazón de María es el canal a través del cual todas las gracias de Dios fluyen a nosotros.

Ella es “vida, dulzura y esperanza nuestra.” 

Septiembre: Los Dolores de María

Después de Jesús, ningún ser humano ha sufrido más que nuestra Santísima Madre.

En perfecta obediencia a la voluntad de Dios, ella aceptó la tortura, humillación de su Hijo y a su brutal ejecución por nuestra salvación.

Como todo padre sabe, ver a un hijo sufrir es el sufrimiento más grande de todos.

Ella todavía lleva en su corazón los sufrimientos de su divino Hijo. 

Octubre: El Santo Rosario


Santo Rosario


El Rosario es una de las armas más poderosas que posee la Iglesia.

Constantemente los santos, Papas, y Nuestro Señor y Nuestra Señora misma nos exhortan a rezar esta sencilla pero profunda oración.

Por tanto, la Madre Iglesia ha reservado todo un mes para promover esta oración. 

Noviembre: Las Almas del Purgatorio


Las almas del purgatorio


Las almas en el purgatorio están sufriendo mucho, y ellas no pueden orar por ellas mismas.

Ellas son nuestros hermanos y hermanas, y como miembros del cuerpo de Cristo, debemos rezar y ofrecer sacrificios por los que han ido antes que nosotros, pidiendo que descansen en la luz de la presencia de Dios. 

Diciembre: La Inmaculada Concepción y la Infancia de Jesús

Diciembre marca el nacimiento de Nuestro Redentor.

Presenta a María en estado de gravidez a la espera del nacimiento, donde meditamos la Inmaculada Concepción. María estaba perfectamente unida para siempre a su esposo, el Espíritu Santo.

Su fructífera unión produjo una boda del cielo y de la tierra en el Dios-hombre, Jesucristo, de quien recordamos su nacimiento en infancia.


Fuente: forosdelavirgen.com