¿Por qué en Isaías habla que el hijo de Dios se llamará Emmanuel y el Ángel en la anunciación dice que su nombre será Jesús? ¿Es lo mismo?


El anuncio del Ángel a la Virgen Maria
La Anunciación, obra de Bartolomé Estaban Murillo. Créditos: Dominio Público


¿Existe alguna contradicción o ambos nombres significan son lo mismo?

El P. Miguel A. Fuentes, del Instituto del Verbo Encarnado (IVE), escribió un artículo en su blog “El teólogo responde” donde hace referencia a este tema. 

“Con dos versículos de diferencia, San Mateo indica dos de los nombres que recibirá el Niño nacido de la Virgen: Le pondrás por nombre Jesús… Se le pondrá por nombre Emmanuel (Mt 1,21.23)”, señaló el sacerdote.

Sin embargo, indicó que, “como dice Manuel de Tuya, O.P., no hay oposición entre ambos nombres, ‘porque el nombre que se anuncia en Isaías (Emmanuel) es el nombre profético de Cristo, y el nombre de Jesús es su nombre propio y personal. 

El nombre profético indica lo que significará para los hombres, en aquel momento, el nacimiento de este niño. Será ‘Dios con nosotros’ de un modo particular’”. 

“Así –continúa el texto de Manuel de Tuya–, se lee en el mismo Isaías, cuando dice a Jerusalén: ‘Desde ahora te llamarás ciudad del Justo, ciudad Fiel’ (Is 1,26), no porque hubiese de llamarse así materialmente, sino porque tenía desde entonces una cierta conveniencia a causa de la purificación que en ella haría Yahvé. O, como dice a este propósito San Jerónimo, ‘significan lo mismo Jesús que Emmanuel, no al oído, sino al sentido’”.

Emmanuel expresa su naturaleza

 El artículo del P. Fuentes continúa así: 

1. Emmanuel: expresa la naturaleza, la personalidad del Hijo de María. El nombre aparece en la profecía que Isaías proclama ante el desconfiado Acaz, cinco siglos antes del advenimiento del anunciado en ella: He aquí que una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarán su nombre Emmanuel, Dios con nosotros (Is 7,14).

‘Emmanuel’: Dios con nosotros. Jesús es Dios; el Dios que hizo el cielo y la tierra, que gobierna los astros y a quien sirven los ángeles. Pero sin dejar de ser Dios ni perder su Gloria, se ‘hunde’ en nuestra historia y en nuestro mundo para convivir con los hombres que Él ha creado, con sus manos: Se hizo ver en la tierra y conversó con los hombres (Ba 3,38).

Emmanuel expresa quién es el que nace: es Dios que se hace carne. Por eso el ángel dijo a María: lo que nacerá de ti será santo, será llamado Hijo de Dios (Lc 1,35).

 Jesús expresa la misión 

2. Jesús: Le pondrás por nombre Jesús porque Él salvará a su pueblo de sus pecados (Mt 1,21). Tales las palabras del ángel a José. 

Este nombre expresa la misión del Hijo de Dios al encarnarse. Revela el motivo de la encarnación. Jesús en lengua hebrea se dice Yehoshuah y quiere decir Yahvéh salva, Dios salva; quiere decir, pues, Salud-dador. El que viene a dar la salud al alma, que es donde mora la enfermedad del pecado.

 ¿Quién puede perdonar los pecados sino Dios?, se preguntan los enemigos de Cristo, escandalizados no sólo porque ha curado a un paralítico en Cafarnaúm sino, especialmente, porque se ha anunciado la remisión de sus pecados (cf. Mc 2,7). Han entendido que de esta manera se iguala a Dios, y no se equivocan: sólo Dios puede perdonar los pecados de los hombres. Por eso los perdonaba Cristo, porque era Dios, y para eso se había encarnado. Esto es lo que nos revela con su nombre. 


Misterio sobre la imagen de la Virgen de Guadalupe


Hay una serie de particularidades insólitas en la imagen de la Virgen de Guadalupe y en la tela de la tilma en que está impresa la imagen de la Virgen María que no tienen explicación científica.

Sin embargo también existen otras que son productos de la fantasía popular debido a la enorme devoción a la Virgen de Guadalupe

En este artículo nos basamos en las afirmaciones del Centrode Estudios Guadalupanos, fundado por el Cardenal Norberto Rivera, Mons. José Luis Guerrero, y el Canónigo Dr. Eduardo Chávez.

El trabajo del Centro de Estudios Guadalupanos es investigar sobre los hallazgos reales de las apariciones de la Virgen en el Tepeyac. Sin embargo, dado la prudencia con la que se manejan para no herir susceptibilidades, se hace necesario complementarlo con otras fuentes.

Por ejemplo el Centro de Estudios no habla sobre la fantasía que afirma que la tilma conserva la temperatura del cuerpo humano como así tampoco que la tilma de San Juan Diego no está confeccionada con fibra de maguey, como lo asevera la Arquidiócesis de Monterrey. 

La imagen está grabada sobre un tejido de ayate hecho con fibra de agave común y sin preparación. 

Es un tejido primitivo que permite ver a trasluz sin ninguna dificultad. 

Se cuentan hasta 14 hilos por cm2. 

Sus dimensiones son 103 x 168 centímetros. 

Y está formada por dos partes unidas en el medio por una gruesa costura vertical efectuada con un hilo de la misma fibra. 

“Tilma” es un vocablo náhuatl o azteca y significa manta, capa o abrigo. Y “ayate” es el tipo de tela tejida con fibras de maguey o agave. 

La imagen de Nuestra Señora aparece en el ayate con las manos juntas, el rostro inclinado y las piernas levantadas de tal manera que parece estar subiendo a la luna. 

Nuestra Señora de Guadalupe


Viste una tunicela de color rosado, aunque en la actualidad el color puede verse más nacarado y en otras partes más claro.
 

El manto que cae sobre su cabeza es color azul, popularmente visto como azul verdoso. 

También muestra un cincho en color negro, aunque era morado. 

Otros detalles aparecen sobre su cuerpo, y alrededor de este. 

El ángel, la luna, los rayos que muestran a la Virgen como si se apareciera en el ayate o caminara para salir de este. 

Esta imagen durante muchos años, desde su aparición en 1531, ha sido venerada por las personas. 

 LOS MILAGROS ATRIBUIDOS Y LAS EXAGERACIONES

El testimonio de su mirada sencilla conmueve a los fieles que han quedado maravillados aún más por los milagros asombrosos que han sido prueba del amor maternal de la Santísima Virgen María. 

El primero fue el milagro de la bomba que hicieron detonar a sus pies y que no pasó a la imagen de la Virgen María; aunque sí a la Iglesia y a otros enseres. 

También encontraron en sus pequeñísimos ojos las figuras de las personas que estuvieron a la hora que la tilma se abrió y cayeron las rosas. 

Pero en la actualidad circulan muchas historias sobre milagros y supuestos milagros no comprobados.

Tal es el caso del ayate que se logrado conservar y que muestra el deterioro de cualquier objeto histórico, y que conserva la temperatura propia de dónde está resguardado. Situación que algunos han querido especular afirmando que posee la temperatura corporal, o que en su vientre se oyen latidos, y en otros incluso aseveran que el ojo se dilata. Nada de todo esto ha podido ser comprobado científicamente.

Sin embargo existen otras maravillas que pocos han contado y que el Centro de Estudios Guadalupanos ha recopilado.

 

HECHOS INEXPLICABLES POCO CONOCIDOS 

Ese tipo de recopilaciones son las que deberían dar otro sentido al milagro del ayate. 

Inicialmente es necesario conocer que diversos expertos han examinado la tilma y cada uno de ellos ha dado su opinión. 

Los más mencionados son: Miguel Cabrera (siglo XVIII), Phillip Serna Callahan y Jody Brant Smith (siglo XX), José Sol (siglo XX), José Flores (siglo XX), entre otros.  

También es necesario tener presente que toda obra artística, sea de origen milagroso o no, le hacen modificaciones, arreglos o agregados para estar “viva” dentro del culto. 

Por ejemplo en Guatemala es común que en ciertas épocas les pusieran ojos a las esculturas de mayor devoción para que se vieran más reales, o bien las modifican para ponerles vestiduras. 

En el caso del ayate, llega un punto donde la devoción es tan fuerte, que es imposible hacerle modificaciones que deje conforme a los fieles. 

Por otra parte no siempre son públicas las intervenciones que le realizan a la imagen. 

El mismo Centro de Estudios Guadalupanos admite lo siguiente: 

“Repintes sí, los hay, y eso no es ningún misterio ni habría misterio alguno si no es porque las áreas repintadas se comportan de un modo muy distinto a las áreas sin repintes, ante los análisis que se hicieron en 1979. Que aclaro, no son la última palabra y requieren confirmación, pero son ya una base científica sobre este tema.”

De esto se deduce dos observaciones: 

- El primero punto es, que se admite la propia imagen se le han realizado modificaciones. Ya sea que hayan sido obsequios, como afirman algunos que el moño, la luna y otros son agregados, o bien lo que se ha hecho es en pro de la conservación de la imagen. 

- El otro punto es que hay diferente comportamiento de la pintura de los retoques de la pintura original. Esto se puede observar especialmente en el área del rostro.

 

Imagen supuestamente original

 Interpretación de los cambios en la imagen de la Virgen de Guadalupe 

La Virgen del Tepeyac muestra en grabados y pinturas antiguas una corona hecha de “rayos”. 

Como si los rayos que salen de la parte posterior se hubieran convertido en una corona de estilo ducal. 

Algunos dicen que fue una agregado posterior. Pero luego fue eliminada por motivos devocionales. 

Al ver el manto se puede observar perfectamente la línea que divide el manto azul de lo que era la corona y que en algún momento pintaron como si fuese parte del manto. 

En otras palabras el manto azul muestra la diferencia entre lo que fue un agregado y el original. 

Además ciertas áreas han sido muy oscurecidas por el paso del tiempo, lo cual demostraría que precisamente no son originales, como el moño y la luna, las que no tienen en nada el color que se dice tenían.

Por otro lado existen estudios sorprendentes: 

“Callahan y Smith, quienes han sido los que más se han aproximado al análisis moderno de los pigmentos de la imagen guadalupana, la analizan con película infrarroja y se topan con la sorpresa de que la túnica rosa es transparente al infrarrojo.” 

Además se afirma que el azul del manto, unido a la intensidad, duración y a su semitransparencia, combinado a la densidad, dejaron perplejos a los estudiosos. 

Los estudios sobre los repintes parecen no estar divulgados. 

Pero a pesar de ellos, Callahan y Smith afirman que la imagen es de origen inexplicable. 

Y se refieren al manto, tunicela, las manos y el rostro de la Virgen diciendo que no hay preparación ni existe decoloración. Pero dicen que el moño y la luna son agregados.  

Y que tiempo después se le agregaron las decoraciones doradas, la línea negra, las estrellas, el ángel y el fondo. 

Aunque es muy criticado este estudio por creer que la imagen pierde su estética sin ellos, se olvidan que en los milagros no existen explicaciones. 

Así que si no entienden que la Virgen aparece de una forma u otra, es precisamente porque no han podido creer que Dios obra de diferentes modos con los humanos. Es mucho más importante notar que la Virgen mantiene un atractivo hacia los fieles a pesar del tiempo, del deterioro, del polvo, etc. 

Su poder es acercarnos al Corazón de Jesús, como la Perfecta y Siempre Virgen María, Madre del Verdadero Dios, por quien se vive. 

Ella, la perfecta, es la Inmaculada que aparece rodeada del sol y con la luna bajo sus pies rodeada de doce estrellas. 

Es la mujer que acompaña al pueblo cristiano, tal y como relata en Apocalipsis 12. 

Que Ella la Inmaculada, la Virgen, la Madre de Dios, la Virgen asunta siga siendo el faro de luz para los que la invoquen. 

Ahora analizaremos si lo que se dice sobre los milagros que se atribuyen a la tilma están en línea o no con los estudios del Centro de Estudios Guadalupanos.


LA CONSERVACIÓN DEL AYATE

La tilma se ha conservado la mayor parte de los siglos expuesta al medioambiente y al manoseo de los fieles. 

Sólo desde hace unos pocos años se la exhibe atrás de un vidrio y en condiciones de temperatura y humedad constantes. 

Se dice popularmente que no se puede explicar cómo esa imagen ha resistido los siglos en un lienzo tan ordinario. 

Existen teorías que afirman que el ayate debió destruirse hace mucho tiempo por el tipo de material. Sin embargo esto no es del todo cierto. Pero en realidad no existe un estudio científico al respecto. 

El ayate es una fibra de agave o ixtle y no exactamente del maguey que conocemos. 

Juan Diego y la Virgen


Existe un experimento realizado por el Dr. José Ignacio Bartolache en 1787 donde intento reproducir las mismas condiciones en la confección de la tilma, que tuvo como resultado su desintegración en 10 años aproximadamente, aunque no usó el mismo material del ayate, 

El ayate podría durar más tiempo en las condiciones adecuadas debido a que su material no es el mismo del experimento.

 

DICEN QUE TIENE LA TEMPERATURA DEL CUERPO HUMANO

Como lo mencioné anteriormente se dice que al tomarse la temperatura de la fibra con que está construida la tilma, mantiene una temperatura constante de 36.6 grados, la misma que el cuerpo de una persona viva, pero esto es falso según lo asegura la Arquidiócesis de Monterrey.

El ayate se guarda bajo medidas de protección, y la temperatura del ayate refleja el clima del cubículo. 

Debido a que el ayate debe perdurar por muchos años más, está colocado en condiciones para evitar su deterioro.

 

Imgen de la Virgen de Guadalupe frente a la gente

 NO LE AFECTA EL ÁCIDO

En 1791 se cayó accidentalmente ácido muriático en el lado superior derecho de la tela.

En un lapso de 30 días, se dice que sin tratamiento alguno, se reconstituyó milagrosamente el tejido dañado. 

Actualmente, apenas se advierte este hecho como una breve decoloración en ese lugar, que testimonia lo ocurrido. 

Pero esto no es del todo cierto. 

En la parte frontal donde se observa la imagen de Nuestra Señora se visualizan levemente las líneas de la mancha. Pero en la parte posterior, donde no se ve la imagen del ayate, el tejido está negro, debido a que fue la parte más afectada por el derramamiento del líquido en 1785.

Sin embargo se podría considerar un milagro que el ácido no afectó visualmente a la imagen. 

 

LA TELA REPELE EL POLVO 

Se dice que en la tilma no hay rastro de polvo ni de insectos vivos o muertos. Que la imagen de la Virgen repele el polvo y los insectos. Además que es refractaria a la humedad. 

No existe estudio sobre esto, pero es notorio el paso del tiempo en el ayate. 

Es claramente perceptible que el ayate está mucho más oscuro que en sus orígenes. 

Porque durante muchos años, como sucede con muchos objetos de culto, estuvo sin ningún protector ni medida de seguridad.

 

manto de estrellas de la virgen de guadalupe


NO SE CONOCE EL ORIGEN DE LOS COLORANTES

Se dice que en las fibras no hay restos de colorantes, ni vegetales, ni animales, ni minerales. 

Pero esto no está refrendado por estudios del Centro de Estudios Guadalupanos. 

Se menciona un estudio de 1936 del profesor Richard Kuhn, pero éste sacó hilos de la parte del ángel, y se supone que es un agregado. 

Pero sí hay estudios que muestran diferentes técnicas sobre la tela, de acuerdo a los rastros de pintura. Pero esto no quiere decir que la obra sea de carácter humano, sino que ha tenido intervenciones para intentar preservarla, o debido a los agregados que se la han hecho. 

Es necesario recordar que la imagen presenta colores en una vestimenta en color rosado y un manto azul, así como como color en las manos y el rostro de la Virgen de Guadalupe. 

Esto es sin lugar a dudas objeto del milagro de 1531. 

Y muchos estudiosos han quedado sorprendidos porque no se explican cómo aparecieron los colores. 

Existe una teoría que intenta explicarlo mediante las rosas. 

Dicen que la Virgen, al colocar las flores dentro de la tilma, las adecuó para que se formara el milagro. 

Esta teoría afirma que fueron cinco flores las que dieron origen al rostro, pues antes de las modificaciones se podía ver la fuerza de los colores en ciertas áreas más que en otras. 

Sin embargo esto no lo sabemos, pues los milagros no tienen explicación. 

 

NO LE AFECTÓ UNA BOMBA PUESTA PARA DESTRUIRLA

Durante la persecución religiosa en México intentaron destruir el ícono de Nuestra Señora, pensando en que así podrían ir socavando la fe del pueblo. 

Esto sucedió el 14 de noviembre de 1921, a las 10:30 de la mañana. 

Cuando Luciano Pérez Carpio subió al altar colocó a los pies de la Virgen de Guadalupe un enorme ramo de flores con una poderosa bomba. 

Los efectos de la explosión destruyeron las gradas de mármol del altar que sostenía la imagen, hizo volar los pesados candelabros, retorció un gran crucifijo de metal que todavía se exhibe en ese estado, convirtió en polvo jarrones, floreros y vidrios de casas cercanas a la basílica, y el cristal de un cuadro de San Juan colgado detrás de la Virgen de Guadalupe. 

Esto es totalmente cierto. 

Pero el milagro fue que a pesar de la dinamita, la imagen no tuvo daño. 

Esto fue observado por los que estaban en ese momento rezando a la imagen. Y que también fueron los que lograron dar las declaraciones y atrapar a los sujetos.  

Pero posteriormente fueron liberados, por obvias razones, porque el gobierno lo había planeado y no iba a dejar presos a sus cómplices.

 

Fotografía infrarroja en negativo y positivo

Fotografía infrarroja en negativo y positivo

 

ES UNA IMAGEN SIN ESBOZO PREVIO NI RASTROS DE PINCEL 

Se ha descubierto con rayos infrarrojos que la imagen no tiene esbozos previos, como se ve en los cuadros de pintores famosos. 

Efectivamente no se ha descubierto la forma en que se plasmó o se imprimió en la tilma, pues efectivamente no hay pinceladas ni brochazos.

Aunque el gran pintor oaxaqueño del siglo XVIII, Miguel Cabrera, en su libro «Maravilla Americana» publicado en 1756, trata de acercarse a este punto. Señala que para él hay cuatro técnicas de pintura: óleo, temple, aguazo y labrada al temple. 

Pero ciertamente no existen pruebas contundentes a este respecto. 

Esto demuestra que además del milagro hubo al menos en esa época cuatro intervenciones, si no cómo explicar que la imagen tenga tantas diferencias en técnicas.


 LA PINTURA ESTÁ SUSPENDIDA EN EL AIRE 

Se dice que los científicos Jody Brand Smith y Phillip Serna Callahan, analizaron la tilma en 1979 y no encontraron pintura. Y que los colores estaban suspendidos en el aire. 

Dicen que se ha hecho pasar un rayo laser entre los colores y la tela y vieron que los colores están suspendidos a 3 décimas de milímetro del tejido, o sea flotando. 

Esto es falso, y no existe ningún estudio que lo afirme. 

Si esto fuera así ¿cómo otros artistas que han estado cerca de la imagen pueden afirmar que se ven manchas de origen humano? 

Si bien es cierto que el ayate tiene otros fenómenos inexplicables y de origen sobrenatural, esto de tener la pintura suspendida no es nada cierto.

 

Virgen de Guadalupe en la basilica

 LA TÉCNICA DE PINTURA NO ES REPLICABLE 

Se dice que la imagen cambia según el ángulo en que se la ve. Y que se quisieron hacer copias de la imagen y no se pudieron por lo burdo del material con que está hecho el ayate. 

Esto es falso. El milagro obviamente no lo podemos replicar, pero copiar la imagen sí se puede. 

De lo contrario no habría artistas que la lograran reproducir, como ha sucedido. 

En cuanto al cambio de los colores, puede ser el efecto de que haya luz o no. 

Pero es obvio que el color no es el mismo del principio, porque nunca se ha hecho un proceso de limpieza. 

 

LAS PUPILAS REGISTRARON LA MOSTRACIÓN DE LA TILMA

El fenómeno que sorprende más es el contenido de las pequeñas pupilas de ambos ojos de la imagen. 

En el espacio de un cuarto de micrón, que es la cuarta parte de la millonésimo parte de un milímetro, aparecen 13 figuras humanas de un lado y 12 del otro. 

Muestra el momento en que Juan Diego abre el ayate, deja caer las rosas y aparece la imagen de Nuestra Señora. 

Es nuestra Señora que desde el cielo lo observa todo como si el ayate fuese la ventana. 

Por otra parte, no hay estudios de que la pupila de la Virgen se contrae y se dilata con la luz, como si fuera el ojo humano de una persona viva. Esto es una fantasía.

 

ojo-virgen-de-guadalupe

 Ojo Virgen de Guadalupe

 EL VIENTRE DE MARÍA LATE CON VIDA ADENTRO

Se dice que un ginecólogo colocó su estetoscopio en el vientre de la imagen y sintió un pulso de 115 a 120 por minuto. Lo que se atribuye al pulso del niño Jesús que se está gestando. 

No hay estudios que hablen de un latido en su vientre, ni se ha hecho ningún estudio científico al respecto. 


LAS ESTRELLAS DEL MANTO REPRODUCEN EL CIELO DE 1531

Se dice que en el manto de la Virgen está representado el cielo en el solsticio de invierno a las 10:40 del martes 12 de diciembre de 1531, en la ciudad de México. O sea en el momento preciso en que Juan Diego abrió su tilma y apareció estampada la imagen de la Virgen de Guadalupe.

 

manto de la virgen y constelaciones
Manto de la Virgen y constelaciones

 Hay que aclarar que el manto solo presenta algunas estrellas y se han tenido que suponer donde estaban las demás. 

Coincidencia posiblemente, pero no un milagro producido en el momento en que Juan Diego abre su tilma. Porque hay evidencia que las estrellas del manto no eran parte de la imagen original, sino que fueron un regalo hecho posteriormente. 

Puede ser que el que las pintó o agregó las colocara así deliberadamente, o que fue inspirado divinamente a pintarlo así sin tener plena convicción de lo que pintaba. 

O hasta que después las estrellas pintadas fueran misteriosamente ordenadas de esa forma o que se estamparon milagrosamente luego sin intervención humana. Estas son hipótesis más sobrenaturales. 

Sin embargo no hay evidencia de nada de esto. 

Lo mismo vale para lo que afirman de que hay una música que se puede reproducir del ayate. 

Es una coincidencia muy misteriosa, pero repito que no hay evidencia de que las estrellas hayan estado desde el principio en el manto y por lo tanto la música tampoco. 

Y también vale para el ángel y la luna a los pies de la imagen, que no serían parte de la imagen original sino un agregado posterior, que no sabemos cómo se hizo.

 

 Fuente 

http://es.wikipedia.org/wiki/Nuestra_Se%C3%B1ora_de_Guadalupe_(M%C3%A9xico)

https://www.aciprensa.com/Maria/Guadalupe/guadalupe.htm

http://www.sancta.org/morenita.html

http://basilica.mxv.mx/web1/-home/index.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Bas%C3%ADlica_de_Santa_Mar%C3%ADa_de_Guadalupe

http://morenita.tv

http://www.virgendeguadalupe.org.mx/sagrado-original.html

https://books.google.com.mx/books?id=A3RglEgD7isC&printsec=frontcover&hl=es-419#v=onepage&q&f=false

http://www.proyectoguadalupe.com/documentos/infor_1556.html

http://cegupaep.org/consulta/contenido/rec_06.html

https://i.pinimg.com/originals/e0/80/90/e080900dc6f861bc086d20ecaea8d5aa.jpg

 

 

 

 

 

 

 

El poder de los objetos bendecidos como sacramentales

Escapulario del Sagrado Corazón de María


Veremos qué son los sacramentales , sus efectos para nuestra vida espiritual, su poder, que diferencia hay con los sacramentos.

Entonces ¿Qué son los sacramentales?

Todo sacramental es algo bendecido. Por lo tanto detrás de un sacramental está siempre la idea de una bendición.

Y ¿Qué es una bendición?

Una bendición es una invocación de la protección y santificación de Dios, apelando a la Iglesia.

Por eso la Iglesia bendice a las personas y a los objetos.

Una bendición puede ser un pedido a Dios para que otorgue algo bueno a un individuo directamente o indirectamente a través del objeto que va a usar.

Una vez que el sacerdote y el diácono imparten una bendición, por ejemplo al agua convirtiéndola en agua bendita o a una medalla convirtiéndola en un sacramental, ese objeto debe ser tratado con respeto y no debe eliminarse de manera incorrecta.


Papa Francisco bendiciendo

Porque al ser bendecido se convirtió en portador de la bendición.

El objeto en sí mismo No es la fuente de poder. 
Sino que es un signo y portador material de una bendición.

El poder sólo lo tiene Dios y no hay objetos poderosos por sí mismo.

Estos sacramentales pueden ir desde el signo de la cruz hasta posturas dentro de la iglesia, por ejemplo arrodillado o de pie en las oraciones.

Pueden ser objetos de la naturaleza como agua que se bendice.

Objetos fabricados por el hombre que son bendecidos, como medallas escapularios, estatuas, iconos, cuadros…

Y regalos de la Iglesia, como indulgencias.

También el exorcismo es un sacramental, porque la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en el nombre de Jesucristo, que una persona u objeto se proteja contra el poder del maligno y se retire de su dominio. 

Por lo tanto los sacramentales no son sólo símbolos, sino que también son portadores de la oración de la Iglesia.

Los Sacramentales son las múltiples ceremonias de bendiciones y consagraciones que figuran en el Ritual y en el Pontifical Romano.

¿QUÉ NO ES UN SACRAMENTAL, EN ESPECIAL SI ES UN OBJETO EXTERNO?

UN SACRAMENTAL NO ES UN AMULETO DE LA SUERTE. Si así pensáramos estaríamos convirtiendo el sacramental en un objeto de idolatría. Lo estaríamos poniendo por encima de Dios. Y ya sabemos que nuestro Dios es un Dios muy celoso.

Y como decíamos antes el verdadero poder NO ESTÁ EN EL OBJETO. EL PODER ESTÁ PURA Y EXCLUSIVAMENTE EN DIOS.

La bendición que porta los sacramentales se activan a partir de nuestra fe y nuestro estado de gracia.

Medalla de San Benito

¿QUE DIFERENCIA HAY ENTRE SACRAMENTOS Y SACRAMENTALES?

Se diferencian de los sacramentos porque el Sacramento es un signo visible de una gracia invisible real.

Los sacramentos son de institución divina; los sacramentales son de institución eclesiástica.

Los sacramentos actúan “ex opere operato” (por sí mismos); los sacramentales “ex impetratione Ecclesiae” (por impetración de la Iglesia).

Los sacramentos son signos de la gracia porque parten de las acciones de Cristo mismo; los sacramentales son signos de la oración de la Iglesia.

Los sacramentos tienen como fin producir la gracia; los sacramentales sólo disponen a las personas para recibir la gracia (consiguen gracias actuales) y obtienen otros efectos espirituales.

Los sacramentos son necesarios para la salvación; los sacramentales, no.

Eucaristía

¿CUÁLES DON LOS EFECTOS DE LOS SACRAMENTALES?

Mencionaremos al menos tres:

1. Uno de los efectos más sorprendentes de los sacramentales es su virtud de ahuyentar los espíritus malignos cuyas misteriosas y siniestras operaciones afectan a veces la actividad física del hombre.

Para combatir este poder oculto, la Iglesia tiene como recurso el exorcismo y los sacramentales.

2. Otro efecto es la protección del alma contra el pecado y las penas debidas por éste.

Por lo tanto, en la bendición de un crucifijo, la Iglesia, pide que este signo sagrado pueda recibir la bendición celestial a fin de que todos aquellos que se arrodillen ante él e imploren a la Majestad Divina puedan recibir una mayor contrición y un perdón general de las faltas cometidas.

3. Los sacramentales pueden utilizarse para obtener favores temporales, puesto que la Iglesia misma bendice objetos que se utilizan en la vida diaria, por ejemplo,

-La bendición de una casa, en la que se pide la abundancia del rocío celestial y la riqueza de la fructificación de la tierra;

-la bendición de los campos, en la que se le pide a Dios que derrame sus bendiciones sobre las cosechas para que la tierra fértil supla las necesidades y carencias de los desposeídos.

Significado de la Medalla Milagrosa





La sagrada familia y la escalera al cielo

La Sagrada Familia


La Sagrada Familia fue la familia perfecta, donde había amor, unión, comprensión y donde estaba Dios presente en la persona de Jesús. Siempre se ha dicho que, para formar un auténtico matrimonio hacen falta tres: el esposo, la esposa y Dios. 

Si falta Dios, el matrimonio no podrá ser feliz, pues le faltará el amor de Dios, que es indispensable para la felicidad conyugal. 

En la Sagrada Familia, Jesús era el centro de la vida de José y de María. Toda su existencia estaba dirigida a servirle, amarle y a hacerlo feliz.  

Pero, además de ser una familia unida y feliz, la Sagrada Familia estaba en el centro de la historia del mundo. Tenía una misión cósmica y universal. De ella dependía el futuro de la humanidad. Por eso, la figura de San José es imprescindible en esta visión a nivel universal. Su participación en el misterio de la Encarnación lo sitúa, junto con María, en el centro de la historia humana. Por eso, San José no puede ser un hombre cualquiera o un santo cualquiera, pues para cumplir bien su misión, Dios le concedería las gracias que necesitaba. 

Necesitaba fuerzas físicas para cuidar a su familia y procurar su alimento con el trabajo de cada día. Algunos santos, como la beata Ana Catalina Emmerick, hablan de que al casarse tenía unos 30 años de edad. Lo cierto es que tenía la plenitud de sus fuerzas humanas y la madurez suficiente para hacer frente a todas sus responsabilidades. 

Antes del matrimonio con María, José era un hombre justo, como dice el Evangelio (Mt 1, 19). Quizás era un hombre santo, pero, después del matrimonio con María, comenzó su carrera acelerada hacia la santidad. 

El contacto diario con Jesús y María lo hizo llegar a alturas jamás imaginadas por él y que sólo Dios puede dar a quien ha entregado su vida entera a su servicio. 

Jamás hombre alguno podrá alcanzar en santidad a José, porque nadie ha podido amar tanto como él a sus dos grandes amores: Jesús y María. Por eso, decimos, con total seguridad, que José es el más santo de los santos. 

Según la tradición, San José era carpintero. Así lo cuenta San Justino, que era de Palestina, en el diálogo con Trifón del siglo II. Dice: Cuando Jesús llegó al Jordán, lo creían hijo de José el carpintero y no aparentaba lo que era, pues se le consideraba un carpintero. En efecto, durante su estancia entre los hombres, ejerció un oficio, fabricó carros y yugos, dando así ejemplo de justicia y trabajo (20).

San Cirilo de Jerusalén afirma que en su tiempo (siglo IV), todavía se mostraba a los visitantes de Jerusalén una pieza de madera en forma de teja, labrada, según decía, por José y por Jesús. 

Cuando Jesús comenzó su vida pública, ya no se habla de José, que parece había muerto, pues no asistió a las bodas de Caná. El mismo Marcos, cuando habla de Jesús, lo nombra como hijo de María, pues seguramente ella era ya viuda; ya que, de otro modo, hubieran dicho que era hijo de José y de María. La gente de Nazaret, hablando de Jesús, dice: ¿No es este acaso el carpintero, el hijo de María? (Mc 6, 3). 

La Trinidad en la tierra

La Sagrada Familia estaba tan unida que eran tres en uno. Alguien los ha llamado la trinidad en la tierra. 

Los tres Corazones eran uno solo. Yo me los imagino así: Un gran corazón, el Corazón divino de Jesús, y dentro de él, el Corazón inmaculado de María; y dentro del Corazón de María, el castísimo Corazón de José. Tres corazones en UNO. ¿Por qué? Porque el mejor medio para llegar a María es José y el mejor medio para llegar a Jesús es María. El camino más rápido para llegar a Jesús es por José y por María: José, María y Jesús. 

Dice San Juan Eudes: Después de Dios, San José tiene el primer puesto en el Corazón de María, porque María es toda de José como la esposa es del esposo; así el Corazón de María es de José. Por otra parte, es claro que Jesús es un solo Corazón con María, y como María es un solo Corazón con José, resulta que José tiene un solo Corazón con Jesús y con María (21).

La escalera al cielo


Una escalera al cielo


San Leonardo de Puerto Mauricio (+1751) dice: La escalera, que conduce al cielo, tiene tres escalones: Jesús, María y José. Vuestras oraciones son confiadas, en primer lugar, a San José, José las entrega a María, y María a Jesús. Descendiendo, las respuestas pasan de Jesús a María, y María las ofrece a José. Jesús hace todo por María, porque es su hijo. Y José lo obtiene todo por ser esposo de María y padre de Jesús (22). 

Consagrémonos a los tres Corazones y vivamos dentro de ellos para estar bien protegidos y defendidos de toda adversidad.

 

20 Citado por Cristiani León, San José, Ed. Rialp, Madrid, 1978, p. 105.

21 San Juan Eudes, Le coeur admirable, t. VIII, c. 3.

22 Leonardo de Puerto Mauricio, Sermons, Ed. Casterman, 1858, t. II, ser. XVIII, p. 24.


Autor: P. Angel Peña O.A.R

La paternidad de José

San ¡José con Jesús en los brazos

José fue en verdad padre de Jesús, aunque no lo fuera de sangre. Su título de padre le es reconocido por el Espíritu Santo mediante la autoridad de la Palabra de Dios, y Jesús lo reconocía, obedeciéndole en todo. Dice el Evangelio que les estaba sujeto (Lc 2, 51), es decir, que obedecía a María y José.

 

Dice la Palabra de Dios: Sus padres iban cada año a Jerusalén para la fiesta de Pascua. Y cuando era de doce años, al subir sus padres..., Jesús se quedó sin que sus padres lo advirtieran... Bajó con ellos y vino a Nazaret y les obedecía (Lc 2, 41-43. 51). Al entrar sus padres con el niño Jesús (Lc 2, 27). Su padre y su madre estaban maravillados de lo que se decía de él (Lc 2, 33). 

María reconoce también a José como padre de Jesús. Cuando lo encuentran en el templo, después de estar tres días buscándolo, María le dice: Mira, tu padre y yo, apenados, estábamos buscándote (Lc 2, 48). Aquí, hasta María antepone la autoridad de José a la suya, diciendo: Tu padre y yo.

La gente lo consideraba hijo de José. Jesús, al empezar, tenía unos treinta años y era, según se creía, hijo de José (Lc 3, 23). Y todos estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca y decían: ¿No es éste el hijo de José? (Lc 4, 22). ¿No es éste Jesús el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? (Jn 6, 42). 

Y José es consciente de su paternidad como padre de Jesús y asume su responsabilidad como venida de Dios. Cuando se le aparece el ángel, se dirige a él como jefe de familia para darle órdenes, que él cumple sin discutir. Le dice el ángel: Ella dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús (Mt 1, 21). Toma al niño y a su madre y huye a Egipto y quédate allí hasta que yo te avise (Mt 2, 13-14). A la muerte de Herodes, de nuevo se le aparece el ángel y le dice: Levántate, toma al niño y a su madre y vete a la tierra de Israel... Y levantándose, tomó al niño y a su madre y partió para la tierra de Israel (Mt 2, 19-21). 

El hijo de María es también hijo de José en virtud del vínculo matrimonial que los une. A raíz de aquel matrimonio fiel, ambos merecieron ser llamados padres de Cristo (RC 7). Por otra parte, siendo la circuncisión del hijo, el primer deber religioso del padre, José, con este rito, ejercita su derecho-deber respecto a Jesús (RC 11). En la circuncisión, José impone al niño el nombre de Jesús… Al imponer el nombre, José declara su paternidad legal sobre Jesús y, al proclamar el nombre, proclama también su misión salvadora (RC 12). El rescate del primogénito es otro deber del padre, que es cumplido por José (RC 13).

 La paternidad de José era indispensable en Nazaret para honrar la maternidad de María. Era indispensable para la circuncisión e imposición del nombre. Era indispensable en Belén para inscribir al recién nacido como hijo de David en los registros del imperio romano. Era indispensable en Jerusalén para presentar al primogénito en el templo. Y también era indispensable la presencia de José para el crecimiento de Jesús en sabiduría y gracia ante Dios y ante los hombres (Lc 2, 52).

Jesús fue inscrito oficialmente como hijo de José, de Nazaret (Jn 1, 45) y así lo creían todos. Por eso, san José ha sido llamado por Dios para servir directamente a la persona y a la misión de Jesús mediante el ejercicio de su paternidad; de este modo, él coopera en la plenitud de los tiempos en el gran misterio de la redención y es verdaderamente ministro de la salvación (RC 8).

 San José, obedeciendo a Dios, custodiando a María y siendo padre de Jesús, tomó parte activa en los misterios de la Encarnación y Redención. Dice san Efrén (306-372), el gran teólogo y doctor de la Iglesia: Bienaventurado eres tú, justo José, porque a tu vera creció quien se hizo niño pequeño para hacerse a tu tamaño. El Verbo habitó bajo tu techo sin abandonar por ello el seno del Padre... Quien es hijo del Padre, se llama hijo de David e hijo de José.

 

San Bernardo (1090-1153) afirma: Aquel a quien muchos profetas desearon ver y no vieron, desearon oír y no oyeron, le fue dado a José, no sólo verlo y oírlo, sino llevarlo en sus brazos, guiarle los pasos y apretarlo contra su pecho. Cubrirlo de besos, alimentarlo y velar por él. Imagina qué clase de hombre fue José y cuánto valía. Imagínalo de acuerdo con el título con que Dios quiso honrarlo, que fuese llamado y tomado por padre de Dios, título que en verdad dependía del plan redentor.

 Decía el Papa Juan Pablo II: La paternidad de san José, como la maternidad de la Santísima Virgen María, tiene un carácter cristológico de primer orden. Todos los privilegios de María se derivan del hecho de que es madre de Cristo. Análogamente, todos los privilegios de san José se deben a que tuvo el encargo de hacer de padre de Cristo.

 Sabemos que Cristo se dirigía a Dios con la palabra abba, una palabra querida y familiar con la cual los hijos de su nación se dirigen a sus padres. Probablemente, con la misma palabra como los otros niños, Él se dirigía también a san José, ¿es posible decir más del misterio de la paternidad humana?... La vida con Jesús fue para san José un continuo descubrimiento de su propia vocación de padre.

 San Francisco de Sales pone un ejemplo. Dice así: Acostumbro decir que si una paloma llevase en su pico un dátil y lo dejase caer en un jardín, ¿no se diría acaso que la palmera que de él provendría pertenece al dueño del jardín? Pues si esto es así, ¿quién podrá dudar que el Espíritu Santo, habiendo dejado caer este divino dátil como divina paloma, en el jardín cerrado de la Santísima Virgen, el cual pertenece a san José como la mujer esposa pertenece al esposo, ¿quién dudará digo, que se pueda afirmar con toda verdad que esa divina palmera (Jesús), que produce frutos de inmortalidad, pertenece por entero a san José?

Sí, Jesús pertenece también a José y no sólo a María. Después de María, José fue el primero a quien Jesús besó con su boca divina, se le colgó del cuello, limpió su sudor con sus benditas manos e hizo otros innumerables regalos que los niños cariñosos hacen a sus padres. Cualquiera de estos regalos hubiera sido suficiente para enriquecer de bienes espirituales al alma más seca del mundo entero.

 16 Citado por Martelet Bernard, José de Nazaret, Ed. Palabra, Madrid, 1999, p. 202.

17 Homilía Super missus est 2, 16.

18 Juan Pablo II, ¡Levantaos! ¡Vamos!, Ed. Sudamericana, Buenos Aires, 2004, pp. 125-126.

19 Citado por Hervas Félix, Espigaduras en torno a san José, Ed. Signum crucis, Avila, 1988, p. 30.


Fuente: Autor: P. Angel Peña O.A.R

El matrimonio de José y María

La sagrada familia

Antes que nada hay que tener en cuenta que fue un verdadero matrimonio, a pesar de que nunca hubo entre ellos relación carnal. 

El Espíritu Santo lo reconoce en el Evangelio: José, esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo (Mt 1, 16). 

José era verdadero esposo de María y entre ellos había un verdadero matrimonio. 

Analizando la naturaleza del matrimonio, tanto San Agustín como Santo Tomás de Aquino, la ponen siempre en la indivisible unión espiritual, en la unión de los corazones, en el consentimiento, elementos que en aquel matrimonio se han manifestado de modo ejemplar. 

En el momento culminante de la historia de la salvación, cuando Dios revela su amor a la humanidad mediante el don del Verbo, es precisamente el matrimonio de María y José el que realiza en plena libertad el don esponsal de sí, al acoger y expresar tal amor. 

Dice San Agustín: María pertenece a José y José a María, de modo que su matrimonio fue verdadero matrimonio, porque se han entregado el uno al otro. Pero ¿en qué sentido se han entregado? Ellos se han entregado mutuamente su virginidad y el derecho de conservársela el uno al otro. 

María tenía el derecho de conservar la virginidad de José y José tenía el derecho de custodiar la virginidad de María. Ninguno de los dos puede disponer y toda la fidelidad de este matrimonio consiste en conservar la virginidad. 

San Agustín, considerando que San Mateo escribe la genealogía de los antepasados de Jesús a partir de José, descendiente de David, dice que Dios reconoce que fue un verdadero matrimonio; pues, de otra manera, nunca hubiera sido posible llamar a Jesús, hijo de José. Y dice: Jesús fue considerado en la genealogía de José para que los fieles no considerasen tan importante en el matrimonio la unión de los cuerpos, como para no creerse esposos sin esa unión corporal... 

Con este ejemplo, viene magníficamente enseñado a los fieles esposos que también, practicando la continencia de común acuerdo, el matrimonio puede permanecer como tal si se conserva el afecto, aunque no haya unión sexual. 

El Papa León XIII dijo en la encíclica Quamquam pluries de agosto de 1889: El matrimonio es la máxima sociedad y amistad, a la que por su naturaleza va unida la comunidad de bienes. Dios le ha dado José a María, no sólo como compañero de vida sino también como testigo de su virginidad. Y como decía Juan Pablo II: Precisamente, del matrimonio con María es de donde derivan para José su singular dignidad y sus derechos sobre Jesús. 

Es cierto que la dignidad de la Madre de Dios llega tan alto que nada puede existir más sublime; pero, porque entre la beatísima Virgen y José se estrechó un lazo conyugal, no hay duda de que a aquella altísima dignidad por la que la Madre de Dios supera con mucho a todas las criaturas, él se acercó más que ningún otro. Ya que el matrimonio es el máximo consorcio y amistad... se sigue que Dios ha dado a José como esposo a la Virgen no sólo como compañero de vida, testigo de su virginidad, sino también para que participase por medio del pacto conyugal en la excelsa grandeza de ella. 

Su matrimonio era necesario para preservar a la Virgen de cualquier sospecha, mientras le llegase el momento de revelar el misterio del nacimiento de Jesús...  

María y José llevaron a su boda no sólo su voto de virginidad, sino también dos corazones llenos de un gran amor, más grande que cualquier otro amor que corazón humano haya podido nunca contener. Ninguna pareja de casados se ha querido nunca tanto... 

Como dijo el Papa León XIII: Su matrimonio fue consumado con Jesús. María y José se unieron con Jesús; María y José no pensaron más que en Jesús. Amor más profundo ni lo ha habido ni lo habrá ya nunca en esta tierra. 

San José renunció a la paternidad de la sangre, pero la encontró en el espíritu, porque fue padre adoptivo de Jesús. 

La Virgen renunció a la maternidad y la encontró en su propia virginidad15.


Fuente:

.- Redemptoris Custos 7.

.-  De nuptiis et concupiscentia 1, 12.

.- De consensu evangelistarum 2, 1; PL 34, 1074.

.-  RC 20.

.- Sheen Fulton, Nuestra Madre, Ed. Paulinas, Madrid, 1953, pp. 82-89.

 

Autor: P. Angel Peña O.A.R

No sólo María fue Virgen, también lo tuvo que ser San José

Virginidad de San José

San José debió hacer frente a todas las responsabilidades de una familia, Tuvo que guiar a la Sagrada Familia por el desierto con todos los peligros y con todo el esfuerzo que supone caminar veinte días hasta llegar a Egipto.

Dios puso al lado de María un compañero y un esposo fuerte y vigoroso para defenderla de todos los peligros y para ayudarla en todas sus necesidades. 

Un esposo, que debió trabajar mucho para poder sustentar una familia pobre, especialmente durante su estancia en Egipto, donde no tenían familiares.  

El padre Tomás Morales, fundador de los Cruzados de Santa María, afirma: "Aquí está San José: anchas espaldas para el trabajo, no pierde ni un segundo, está siempre adorando, está siempre trabajando, está siempre solícito, cuidando de la Virgen y, sobre todo, de Jesús niño. No tiene un instante libre, no piensa más que en amar, adorar y en trabajar para ellos. Aquí está san José." 

"Él es el que se tiene que preocupar de todo en Nazaret, en los cuatro o cinco días de camino hacia Belén, en la gruta de Belén, en Egipto después, en Nazaret y siempre relacionándose con todos." 

Por eso, desde los primeros siglos, varios santos Padres tuvieron que hablar de un San José joven. 

San Jerónimo defiende su virginidad en su escrito contra Helvidio: Tú dices que María no fue virgen; yo reivindico para mí aún más, a saber, que también el mismo José fue virgen por María, para que del consorcio virginal naciese el Hijo virgen. 

En el santo varón no hubo fornicación y no se ha escrito que haya tenido otra mujer. De María fue más bien custodio que marido; de donde se sigue haber permanecido virgen con María, quien mereció ser llamado padre del Señor. 

San Pedro Damián (1007-1072) escribió: No parece que fuese suficiente que sólo la Madre fuese virgen; es de fe de la Iglesia que también aquel que hizo las veces de padre ha sido virgen. 

Nuestro Redentor ama tanto la integridad del pudor florido, que no sólo nació de seno virginal, sino también quiso ser tocado por un padre virgen. 

Santo Tomás de Aquino dice: Se debe creer que José permaneció virgen, porque no está escrito que haya tenido otra mujer y la infidelidad no la podemos atribuir a tan santo personaje. 

Dice san Francisco de Sales (1567-1622): María y José habían hecho voto de virginidad para todo el tiempo de su vida y he aquí que Dios quiso que se uniesen por el vínculo del santo matrimonio, no para que se desdijeran y se arrepintieran de su voto, sino para que se confirmasen más y más y se animasen mutuamente juntos durante toda su vida. 

Muchos santos de peso creen que José había hecho voto de virginidad antes de casarse con María, pero lo que sí es cierto es que, a partir de su matrimonio con María, lo hizo para aceptar así la voluntad de Dios.


Fuente

 .Homilía del 2 de enero de 1985.

. Adversus Helvidium 19; PL 23, 213.

. Epístola 6 ad Nicolaum II; PL 145, 384.

. S. Theologica III, q. 28, a. 3.

. Pláticas espirituales, Ed. Balmes, Barcelona, 1952, plática XIX, p. 325.


Autor: P. Angel Peña O.A.R

San José como tu modelo de padre

La Sagrada Familia

Si en algún momento sentís que no sos un buen papá, un buen esposo. Si ves que tu familia se derrumba por los problemas, que ya no hay armonía en el hogar, que aquello que soñaste como familia se desmorona, cuando las peleas son continuas y se hace difícil volver a casa, entonces te digo que es un buen momento para pedirle ayuda a San José. Él sabe perfectamente de las dificultades que se presentan en una familia. conoce muy bien sobre ser papá de Jesús y esposo de la mujer más extraordinaria que ha existido y existe sobre la faz de la tierra. 

Por eso te invito a que conozcas un poco más sobre San José para que te de ánimo y recurras a él para que interceda por vos ante su hijo si lo necesitás:

Entonces decíamos que San José es padre adoptivo de Jesús y esposo de María.

Su grandeza está por encima de la de todos los santos y ángeles.

Después de María, es el santo más santo, el que más cerca ha estado de la divinidad. Él ha tocado con sus propias manos al Dios hecho carne y le ha podido decir de verdad: Tú eres mi hijo.

Todos sus privilegios y toda su dignidad le vienen de ser el esposo de María, padre de Jesús y, a la vez, de ser el hombre justo y bueno, a quien el Señor puso al frente de su familia. 

José es el hombre del silencio. No nos dice ni una palabra en el Evangelio. Pero, con su actitud callada y reservada, nos enseña a ser humildes y a cumplir calladamente y sin alardes nuestras obligaciones de cada día. 

Toda su vida estuvo al servicio de Jesús y de María. Y supo cumplir bien su misión. 

Por eso, Dios lo ha encumbrado por encima de todos los santos.


SAN JOSÉ EN ALGUNOS TEXTOS DE LA SAGRADA BIBLIA

San José teniendo en brazos a Jesús


Son poquísimos los textos bíblicos que hacen referencia a san José. Él es el administrador fiel y prudente a quien el amo pondrá al frente de su servidumbre para distribuir la ración a su debido tiempo (Lc 12, 42). Custodio del Señor, que será glorificado1(Prov 27, 18). 

El hombre fiel, que será alabado2 (Prov 28, 20). ¿Podríamos por ventura encontrar un hombre como éste, lleno del espíritu de Dios? (Gén 41, 38). Y Dios le dice: Te he hecho padre de muchos pueblos (Rom 4, 17)3. Eres un empleado fiel y cumplidor; pasa al banquete de tu Señor (Mt 25, 21.23). 

Una figura de San José es Noé, en cuanto que él acogió en el arca a la paloma portadora de una rama de olivo, que anunciaba el final del diluvio y la salvación de los hombres. Y San José, acogió a María, la mística paloma, que trae la salvación al mundo al dar a luz a Jesús.

Otra figura de San José en el Antiguo Testamento es Mardoqueo, del libro de Ester. 

Mardoqueo recibió un sueño de Dios en el que veía una fuentecilla, que se convertía en río de muchas aguas, y apareció una lucecita que se convirtió en sol (Est 11, 9). 

Esta fuentecilla, convertida en río caudaloso, y la luz convertida en sol era Ester, a quien el rey tomó por esposa, haciéndola reina (Est 10, 6). 

Ester había sido criada por Mardoqueo, que fue a pedirle que intercediese ante el rey, cuando Amán había decidido asesinar a todos los judíos del reino. Por su intercesión, el rey impidió el cumplimiento del decreto de destrucción. Amán fue ejecutado y Mardoqueo, por su fidelidad, fue nombrado el primero después del rey Asuero, muy considerado entre los judíos y amado de la muchedumbre de sus hermanos, pues buscó el bien de su pueblo y habló para el bien de su raza (Est 10, 3-4). 

Aquí la reina Ester es figura de María, que ha sido ensalzada por Dios como reina del universo y que ha colaborado en la obra de la salvación de todos los hombres. 

Mardoqueo es figura de José, que llega a ser el primero después del rey, es decir el virrey; el más importante después de Jesús, rey de reyes, y después de María, la reina.

Por otra parte, la mayoría de los autores citan como figura de San José a José, virrey de Egipto. Y aplican a San José el texto Gen 41, 55: Id a José y haced lo que él les diga. 

En tiempos de hambre, el faraón dirigía a los egipcios hacia José para que éste les distribuyese el trigo acumulado en tiempos de abundancia y les decía: Id a José. De la misma manera, Dios nos dice en nuestros problemas: Id a José. Y así como José fue virrey de Egipto y el más importante del reino después del faraón, así José es el virrey de la Iglesia, es decir, el santo más importante de todos.

San Bernardo (1090-1153) dice: Aquel José, vendido por la envidia de sus hermanos y llevado a Egipto, prefiguró la venta de Cristo: este José, huyendo de Herodes, llevó a Cristo a la tierra de Egipto. Aquel, guardando lealtad a su señor, no quiso consentir al mal intento de su señora; éste, reconociendo virgen a su Señora, Madre de su Señor, la guardó fidelísimamente, conservándose él mismo en castidad. 

San José con el niño Jesús en brazos


A aquél le fue dada la inteligencia de los misterios en sueños; éste mereció ser sabedor y participante de los misterios soberanos. Aquel reservó el trigo, no para sí, sino para el pueblo; éste recibió el pan vivo del cielo para guardarlo para sí y para todo el mundo. Sin duda, este José, con quien se desposó la Madre del salvador, fue un hombre bueno y fiel. 

El Papa Pío IX, el 8 de diciembre de 1870, al nombrar a San José patrono de la Iglesia universal, dijo: De modo parecido a como Dios puso al frente de toda la tierra de Egipto a aquel José, hijo del patriarca Jacob, a fin de que guardase trigo para el pueblo, así, al venir la plenitud de los tiempos, cuando iba a enviar a la tierra a su Hijo unigénito Salvador del mundo, escogió a otro José, del cual el primero fue tipo o figura, a quien hizo amo y cabeza de su casa y de su posesión, y lo eligió como custodio de sus tesoros principales. 

De la misma manera, el Papa León XIII, en la encíclica Quamquam pluries, del 15 de agosto de 1889, dice: Está afianzada la opinión, en no pocos Padres de la Iglesia, concordando en ello la sagrada liturgia, que aquel antiguo José, nacido del patriarca Jacob, había esbozado la persona y los destinos de este nuestro José y que había mostrado con su esplendor, la magnitud del futuro custodio de la sagrada familia. 

Así lo interpretó también el Papa Pío XII al instituir la fiesta de San José obrero en 1955, a las palabras del Génesis 41, 55 (Id a José). Y esto mismo hizo el Papa Pablo VI. 

Muchos autores sagrados adjudican también a San José las siguientes palabras dirigidas a José virrey de Egipto: En cuanto a mi hijo José lo veo que crece, que no deja de crecer (Gén 49, 22). ¿Podríamos por ventura encontrar un hombre como éste lleno del Espíritu de Dios? Y dijo el faraón a José: Puesto que Dios te ha dado a conocer todas estas cosas, no hay nadie que sea tan inteligente y tan sabio como tú. Así pues, gobernarás mi casa y todo mi pueblo obedecerá tu voz... Y el faraón, quitándose el anillo, lo puso en el dedo de José y le hizo revestir con trajes de fino lino, y le puso en el cuello un collar de oro. Le hizo montar en el segundo de sus carros y todos gritaban ante él ¡De rodillas! (Gén 41, 38 ss.).


Fuente: En su mayoría el texto pertenece a las reflexiones del Padre Ángel Peña