María Reina de la Paz de Medjugorje, Mensaje del 25 de agosto de 2017

Mensaje del 25 de agosto de 2017




“Queridos hijos, hoy los invito a ser personas de oración.

Oren hasta que la oración se convierta en alegría para ustedes y en un encuentro con el Altísimo.

Él transformará su corazón y ustedes se convertirán en personas de amor y de paz.

No olviden, hijitos, que Satanás es fuerte y desea alejarlos de la oración.

Ustedes no olviden que la oración es la llave secreta del encuentro con Dios.

Por eso estoy con ustedes, para guiarlos.

¡No desistan de la oración!


¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Los que no quieren ser vencidos...

Los que no quieren ser vencidos...


Frase de San Agustín

El hombre debería temblar....

Testimonio 2
El hombre debería temblar....

La mano del sacerdote con la hostia arriba del cáliz

Esto que dice el hermano San Francisco de Asis fue lo que yo sentía cuando el Padre Manolo u otro sacerdote me llamaba para dar la comunión. Que experiencia tan sublime. Recuerdo que tenía que hacer un esfuerzo enorme para no demostrar que estaba temblando. Mi mano, cuando se acercaba a la persona, me temblaba tanto que tenía miedo que se me cayera. A pesar de haberlo hecho varias veces no podía estar relajado. ¿Te acordás Jesús de esos días?

No recuerdo haber vivido una experiencia tan conmovedora. No solo comulgaban las personas, creo que yo también lo hacía con ellos, como si viviera en mi propio cuerpo los sentimientos que traían esas personas hasta el altar del buen Jesús.

Me resulta muy difícil describir con palabras lo que sentía. Posiblemente era muchas cosas o una sola, pero tan intensa que era imposible vivirlo como un hecho más de la vida. Era esos instantes donde no había lugar para otra cosa. No había lugar para otro pensamiento que no sea servir a Jesús en esos momentos. Era instantes donde todo el mundo quedaba relegado a segundo plano. Eramos solo el hermano, Jesús Eucaristía y yo, nada más.

Solo me queda dar gracias al buen Dios por haberme permitido vivir esos momentos que no se borrarán nunca de mi mente Que quedarán como huella mnémica en lo más profundo de mi ser. Mi gran tesoro querido amigo...mi gran tesoro. ¡GRACIAS AMADO JESÙS!

¡GLORIA A TI TRINIDAD Y A LOS CAUTIVOS LIBERTAD!