¿Qué son los Nueve Coros de Ángeles?
Primero hablemos qué significa Ángel. Su nombre proviene de la palabra griega "aggelos" y significa “Mensajero”. Y justamente es el principal trabajo que realiza el Ángel.
En realidad son seres espirituales creados por Dios para servirle, naturalmente invisible al ojo humano, que están alrededor nuestro y que no sólo actúan como mensajeros sino que también están para protegernos y guiarnos a cada uno de nosotros. Como dice el salmista en 91:11
En realidad son seres espirituales creados por Dios para servirle, naturalmente invisible al ojo humano, que están alrededor nuestro y que no sólo actúan como mensajeros sino que también están para protegernos y guiarnos a cada uno de nosotros. Como dice el salmista en 91:11
"Porque Dios manda a los ángeles que te guarden en todos tus caminos".
También los ángeles pueden presentar nuestras oraciones directamente a Dios como lo vemos en Apocalipsis 8:4
"El humo del incienso junto con las oraciones de los santos subieron delante de Dios de la mano del ángel".
La Biblia enseña claramente que los ángeles existen. Hay más de 250 menciones de ángeles en las Escrituras desde el Génesis hasta el Apocalipsis.
La Biblia enseña claramente que los ángeles existen. Hay más de 250 menciones de ángeles en las Escrituras desde el Génesis hasta el Apocalipsis.
La Biblia también habla que los ángeles están en todas partes:
“No dejen de practicar la hospitalidad, pues saben que algunos dieron alojamiento a ángeles sin saberlo” (Hebreos 13: 2).
Es posible que hayas visto a estos mensajeros de Dios sin siquiera darte cuenta.
No hay un pasaje específico en la Biblia que enumere las nueve órdenes de ángeles, es una división que se basa en nueve nombres de ángeles que se encuentran en la Sagrada Escritura.
San Pablo escribe sobre ellos en sus cartas:
“Que les ilumine la mirada interior, para apreciar la esperanza a la que han sido llamados por Dios, la herencia tan grande y gloriosa que reserva Dios a sus santos…Es la misma fuerza todopoderosa que actuó en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo hizo sentar a su derecha en la morada celestial, por encima de todo Poder, Autoridad, Dominio, Soberanía, por encima de todo poderío que se pueda nombrar en este mundo y el otro. (Efesios 1:18, 20-21)…porque en él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, el universo visible y el invisible, Tronos, Gobiernos, Autoridades, Poderes…Todo fue creado por medio de él y para él. (Colosenses 1:16)
El Antiguo Testamento agrega Querubines y Serafines (en varios lugares) y los “arcángeles” se nombran tanto en el Nuevo Testamento (Gabriel, Miguel) como en el Antiguo Testamento (Rafael y Miguel).
En los siglos IV y V, comenzamos a ver un interés creciente en el papel de los ángeles entre los Padres de la Iglesia y otros escritores cristianos. Uno de ellos fue un monje anónimo conocido como Pseudo-Dionysis, un filósofo cristiano de finales del siglo V d.C. Se basó en pasajes del Nuevo Testamento, así como en otras fuentes de conocimiento, para presentar una jerarquía angelical que aparece en su libro "De Coelesti Hierarchia".
Los ángeles están organizados en tres jerarquías y nueve órdenes (también llamados coros) para que los ángeles puedan ser clasificados. Esas tres jerarquías contienen tres coros.
No hay un pasaje específico en la Biblia que enumere las nueve órdenes de ángeles, es una división que se basa en nueve nombres de ángeles que se encuentran en la Sagrada Escritura.
San Pablo escribe sobre ellos en sus cartas:
“Que les ilumine la mirada interior, para apreciar la esperanza a la que han sido llamados por Dios, la herencia tan grande y gloriosa que reserva Dios a sus santos…Es la misma fuerza todopoderosa que actuó en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo hizo sentar a su derecha en la morada celestial, por encima de todo Poder, Autoridad, Dominio, Soberanía, por encima de todo poderío que se pueda nombrar en este mundo y el otro. (Efesios 1:18, 20-21)…porque en él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, el universo visible y el invisible, Tronos, Gobiernos, Autoridades, Poderes…Todo fue creado por medio de él y para él. (Colosenses 1:16)
El Antiguo Testamento agrega Querubines y Serafines (en varios lugares) y los “arcángeles” se nombran tanto en el Nuevo Testamento (Gabriel, Miguel) como en el Antiguo Testamento (Rafael y Miguel).
En los siglos IV y V, comenzamos a ver un interés creciente en el papel de los ángeles entre los Padres de la Iglesia y otros escritores cristianos. Uno de ellos fue un monje anónimo conocido como Pseudo-Dionysis, un filósofo cristiano de finales del siglo V d.C. Se basó en pasajes del Nuevo Testamento, así como en otras fuentes de conocimiento, para presentar una jerarquía angelical que aparece en su libro "De Coelesti Hierarchia".
Los ángeles están organizados en tres jerarquías y nueve órdenes (también llamados coros) para que los ángeles puedan ser clasificados. Esas tres jerarquías contienen tres coros.
Se desglosan de la siguiente manera: La Primera jerarquía contiene Serafines, Querubines y Tronos. La Segunda jerarquía contiene Dominios, Virtudes y Poderes. La tercera y última jerarquía contiene principados, arcángeles y ángeles.
Por su parte Santo Tomás de Aquino reflexionó y filosofó sobre las referencias de las Escrituras y escribió sobre los Nueve Coros en su gran obra, Summa Theologica. Se basó en su vasto conocimiento de la filosofía y las Escrituras para llegar a conclusiones sobre la naturaleza, poderes, y rango de los ángeles.
Santo Tomás hizo de la inteligencia la base de la clasificación de los ángeles, que son en sí mismos seres puramente intelectuales. Sin embargo, no todos los ángeles tienen el mismo grado de semejanza con el Señor; algunos participan o reflejan las perfecciones divinas más que otros. Por tanto, según el Doctor Angélico, los ángeles pertenecen a diferentes coros según su inteligencia y su lugar en el plan de Dios.
Se cree que a cada uno de estos Coros Dios les dio una misión específica.
El discípulo del gran apóstol Pablo, San Dionisio el Areopagita, a quien el Señor reveló todo el mundo angélico, escribe: “La jerarquía celestial está establecida de tal manera que los seres espirituales menores reciben la iluminación de los superiores, y representan para unos a otros una escalera de ascensión a la perfección suprema ".
A continuación describiremos a estos Coros de Ángeles individualmente:
Los tres primeros niveles ven y adoran a Dios directamente: Coro de Serafines, Coro de Querubines, Coro de Tronos.
Coro celestial de los Serafines
Estos ángeles son el orden o el coro más alto.
El Coro de serafines está más cerca de Dios y lo alaba y glorifica continuamente, cantando:
"Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios de los ejércitos"(Isaias 6:1-7). Los serafines están tan cerca de Dios que se cree que son los ángeles del insondable e infinito amor de Dios.
La palabra “serafines” significa “ardientes”, y los eruditos angelicales proponen que en su verdadera apariencia son tan brillantes que ningún mortal podría mirarlos. Sin embargo, pueden alterar su apariencia para transmitir mensajes al mundo humano tal es el caso de Isaías que fue limpiado del pecado por un serafín que le puso una brasa en los labios. (Isaías 6: 6).
Por otra parte cada serafín tiene seis alas, 4 de sus alas son para cubrirse por humildad en la presencia de Dios, dos cubren el rostro y 2 cubren los pies. Las dos alas restantes lo usan para volar.
Cada Serafín refleja a Dios de una manera especial, al igual que todos los ángeles. Y, sin embargo, los serafines son ángeles del más puro y profundo nivel creado de adoración.
Al igual que los otros tipos de ángeles santos, los serafines son totalmente obedientes a Dios.
Coro celestial de los Querubines
Por otra parte cada serafín tiene seis alas, 4 de sus alas son para cubrirse por humildad en la presencia de Dios, dos cubren el rostro y 2 cubren los pies. Las dos alas restantes lo usan para volar.
Cada Serafín refleja a Dios de una manera especial, al igual que todos los ángeles. Y, sin embargo, los serafines son ángeles del más puro y profundo nivel creado de adoración.
Al igual que los otros tipos de ángeles santos, los serafines son totalmente obedientes a Dios.
Coro celestial de los Querubines
Siguiendo a los serafines en la jerarquía angélica, vienen los querubines.
El coro de Querubines son ángeles que tiene un conocimiento íntimo de Dios y lo adora y alaba continuamente.
"Querubines" significa "plenitud de sabiduría".
Estos ángeles se mencionan tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
Querubines de oro adornaban el Arca de la Alianza (Éxodo 25: 18-22) así como el Templo de Salomón (1 Reyes 6: 23-28) y fueron descritos vívidamente en una visión al profeta Ezequiel (Ezequiel 1: 1-28).
Un querubín recibió la tarea de proteger el Jardín del Edén y el Árbol de la Vida con una espada de fuego después de que Adán y Eva pecaron y fueron desterrados.
Dios le ha encomendado a este coro de ángeles la contemplación de Su Plan Divino y los requisitos para la salvación.
Su apariencia es muy inusual, ya que se describe que tienen cuatro cabezas y cuatro alas.
Tienen una característica de guardianes y al mismo tiempo de «carruaje». En Ezequiel 1:9 se dice de los querubines que «sus alas se juntaban unas con otras», por lo que se da la imagen de un grupo homogéneo, constituyendo una especie de «carroza celestial».
Su desplazamiento es veloz: «los seres iban y volvían, como si fueran relámpagos» (Ez 1:14). De acuerdo con el Apocalipsis su velocidad es como la de un relámpago.
Son considerados como los guardianes de la gloria de Dios.
Los querubines son seres que pueden ser vistos solo por quienes son «elevados» a una dimensión superior, es decir, a un estado en el que el cielo «se abre para ellos» (Ezequiel 10:14; I Reyes 6:23-28).
En síntesis, Los querubines tienen un profundo conocimiento intelectual de los secretos divinos y de las causas últimas de las cosas; su nombre significa "el que todo lo sabe". Como tales, contemplan constantemente la sabiduría y el amor de Dios en su relación con la humanidad.
Coro celestial de los Tronos
Son Humildes portadores pacíficos del trono de Dios.
Los Tronos son una clase de seres celestiales mencionados por Pablo de Tarso. (Colosenses 1:16) Estas criaturas celestiales están conectadas directamente al trono de Dios.
Son símbolos vivos y santos de la justicia de Dios y encarnan la autoridad suprema de Dios.
Según el Nuevo Testamento, estos altos ángeles se encuentran entre las Órdenes al servicio de Cristo. Esta posición los convierte en algunos de los ángeles más poderosos al servicio del Señor. Según Santo Tomás, los Tronos tienen la tarea de ponderar la disposición de los juicios divinos.
Los tronos son una de las filas de la compañía de ángeles de la que se habla en Hebreos 12:22, que tienen un número indefinido. San Gregorio, lo expresa: los asistentes al trono de Dios en ese patio del cielo del cual Daniel nos ha dejado una vívida imagen:
Los tronos son una de las filas de la compañía de ángeles de la que se habla en Hebreos 12:22, que tienen un número indefinido. San Gregorio, lo expresa: los asistentes al trono de Dios en ese patio del cielo del cual Daniel nos ha dejado una vívida imagen:
"Seguía mirando, pusieron unos tronos y un anciano se sentó; su ropa era blanca como la nieve, los cabellos de su cabeza eran como la lana blanca, su trono era de llamas de fuego con ruedas de fuego ardiente.
Un río de fuego brotaba y corría delante de él; miles y millares le servían, millones y millones permanecían de pie en su presencia. Se constituyó el tribunal y abrieron los libros. (Daniel 7: 9-10; cf. también Salmo 96: 7; Salmo 102: 20; Isaías 6).
En el Nuevo Testamento, los Tronos son ángeles de alto rango y están bajo el control directo de Jesucristo mismo. Los tronos también aparecen en el Libro de Apocalipsis (capítulo 11, versículo 16), donde se establece que veinticuatro ancianos, todos los cuales están firmemente sentados en lo alto y exaltados en sus tronos ante el Señor, todos cayeron sobre sus rostros a la vez y adoraron a Dios. . En el Antiguo Testamento (Ezequiel I) se los describe con cuatro caras y cuatro alas.
Estos ángeles están siempre en la presencia de Dios y son los ángeles de pura humildad, paz y sumisión. Ser intensamente humildes, atributo que les permite dispensar justicia con perfecta objetividad y sin miedo al orgullo ni a la ambición.
Los Tronos representan la Divina Majestad, son símbolos vivientes de la Divina Justicia del Señor y Su autoridad; se llaman Tronos y tienen como uno de sus símbolos el trono.
Son los ángeles más cercanos a la perfección espiritual y emanan la luz de Dios con una bondad similar a un espejo.
Ezequiel afirmó que parecían ruedas con ojos. Se dice que las ruedas pertenecen al trono de Dios, son estos espíritus angelicales los que impulsarán el carro de Dios.
Ezequiel afirmó que parecían ruedas con ojos. Se dice que las ruedas pertenecen al trono de Dios, son estos espíritus angelicales los que impulsarán el carro de Dios.
En Daniel 7: 9 son los portadores del trono de Dios, de ahí el nombre. Están representados como grandes ruedas cubiertas de ojos. Los ojos representan la sabiduría de Dios que todo lo sabe y todo lo ve. Los Tronos se mencionan nuevamente en Apocalipsis 11:16.
Ore a estos puros y humildes espíritus angelicales y pida a los Tronos paz en nuestro propio corazón, alma, nuestras familias y toda la humanidad.
Ángeles de la segunda jerarquía. Los siguientes tres coros cumplen los planes providenciales de Dios para el universo:
Coro celestial de las Dominaciones
Ore a estos puros y humildes espíritus angelicales y pida a los Tronos paz en nuestro propio corazón, alma, nuestras familias y toda la humanidad.
Ángeles de la segunda jerarquía. Los siguientes tres coros cumplen los planes providenciales de Dios para el universo:
Coro celestial de las Dominaciones
Se cree que este coro muy poderoso administra la justicia de Dios al mundo humano y distribuye los dones del Espíritu Santo.
El nombre Dominios se deriva de la carta de San Pablo a los Corintios. Estos ángeles también son conocidos como los Señores y es a través de ellos que se revela la majestad de Dios.
Las dominaciones son ángeles de liderazgo y ocupan el lugar más alto entre los ángeles de la segunda jerarquía.
Se parecen a los principados en esto, no solo ocupan el lugar más alto en la jerarquía más baja, sino que tienen precedencia sobre los ángeles y arcángeles, con autoridad para dirigirlos y regularlos, dando a conocer los mandamientos de Dios.
Sus nombres reflejan el misterio que envuelve su naturaleza y sus funciones. Su trabajo es asignar deberes y misiones a los ángeles de las esferas inferiores y mantener el orden.
Están ocupados por su preocupación por los intereses de Dios y por cualquier función que tenga por fin el gobierno del mundo o de la raza humana; ejercen un alto control sobre el ministerio de los ángeles inferiores y los dirigen en el desempeño de sus oficios para hacer la voluntad de Dios.
Se cree que los dominios se parecen a los humanos divinamente hermosos con un par de alas emplumadas, muy parecidas a la representación común de los ángeles, pero se pueden distinguir de otros grupos por empuñar orbes de luz sujetos a las cabezas de sus cetros o en el pomo de sus espadas.
Los dominios se mencionan muchas veces en la Biblia y nos muestran que verdaderamente son líderes y mensajeros del Señor.
Se cree que los dominios se parecen a los humanos divinamente hermosos con un par de alas emplumadas, muy parecidas a la representación común de los ángeles, pero se pueden distinguir de otros grupos por empuñar orbes de luz sujetos a las cabezas de sus cetros o en el pomo de sus espadas.
Los dominios se mencionan muchas veces en la Biblia y nos muestran que verdaderamente son líderes y mensajeros del Señor.
Estos ángeles están de pie ante Dios, ansiosos por captar el sonido de Su voz, y a la menor expresión de Su voluntad, se apresuran a cumplirla. Seamos como ángeles: hacer el bien y servir a Dios.
Coro celestial de las Virtudes
Coro celestial de las Virtudes
San Pedro menciona las virtudes en su primera epístola (3, 22), al igual que San Pablo en su Carta a los Colosenses (1, 16). El nombre es de alguna manera una mala traducción o al menos un "falso afín", ya que este coro de ángeles no se ocupa de los hábitos adquiridos (virtudes), sino que ejerce un poder innato y puro sobre el universo físico.
Virtud es un nombre que usamos con mayor frecuencia para referirnos a acciones, no a seres vivos. Sin embargo, se dice que las virtudes angelicales son agentes de los milagros (acciones) de Dios en la tierra y, por lo tanto, actúan como agentes de la perfección divina. La perfección es parte del significado de la palabra "virtud", que es vertus en latín. Vertus significa perfección, pero también se refiere a excelencia y valentía.
Las virtudes son conocidas por su control de los elementos. Algunos incluso se refieren a ellos como "los brillantes". Además de ser los espíritus del movimiento, también ayudan a gobernar la naturaleza.
Ayudan con milagros.
Son conocidos por su trabajo de animar a los seres humanos, a fortalecer su fe en Dios.
Coro celestial de las Potestades
Curiosamente, se cree que los poderes y principados constituyen muchos de los ángeles que siguieron a Lucifer y fueron arrojados del cielo. "Porque nuestra lucha no es con sangre y carne, sino con los principados, con los poderes ... con los espíritus malignos". (Efesios 6:12.) Como resultado, a menudo nos referimos a los ángeles que se quedaron con Dios como los Santos Ángeles. Aquellos que siguieron a Lucifer (mejor conocido como Satanás) comúnmente se les llama demonios o diablos.
Los Poderes son los representantes angelicales de toda autoridad legal, eclesiástica y civil.
Estos espíritus tienen una de las tareas más peligrosas y son responsables de mantener el orden entre el cielo y la tierra. Son la principal línea de defensa y batalla durante la guerra celestial. Los poderes mantienen el orden alrededor del planeta tierra y lo protegen de ser derrocado por Satanás y supervisan la distribución del poder entre la humanidad, de ahí su nombre.
Según los escritos de algunos de los primeros Padres, los Poderes guardan a los sacerdotes con más cuidado en sus ministerios. Los sacerdotes bajo la protección de los Poderes tienen una gran influencia sobre las almas y su trabajo es muy fructífero. Los poderes se asignan a los sacerdotes que son confesores de almas muy devotas. Estos ángeles conducen a los sacerdotes a un mejor conocimiento de sí mismos y les inculcan el deseo de perfección.
Los últimos tres coros ordenan directamente los asuntos humanos.
La jerarquía más baja y más cercana a la humanidad está compuesta por Principados, Arcángeles y Ángeles.
Coro celestial de los Principados
A los principados se les ha asignado el cuidado y el gobierno del universo, son los guardianes de todos los reinos terrenales; velar por las naciones, provincias, diócesis, comunidades religiosas y, para apartarlas de los efectos de la ira divina. Por lo tanto, cada reino y cada persona en la tierra tiene su propio ángel de la guarda.
También se les conoce como principados o reglas, ya que vigilan directamente a grandes grupos e instituciones, incluidas las naciones y la Iglesia. También aseguran el cumplimiento de la Voluntad divina.
Los principados tienen el mando sobre los ángeles inferiores.
Dirigen el cumplimiento de las órdenes divinas.
Coro celestial de los Arcángeles
Coro celestial de los Principados
También se les conoce como principados o reglas, ya que vigilan directamente a grandes grupos e instituciones, incluidas las naciones y la Iglesia. También aseguran el cumplimiento de la Voluntad divina.
Los principados tienen el mando sobre los ángeles inferiores.
Dirigen el cumplimiento de las órdenes divinas.
Coro celestial de los Arcángeles
Entre los arcángeles encontramos a San Miguel, San Gabriel y San Rafael. Se cree tradicionalmente, debido a las declaraciones de Rafael en el libro de Tobías, que solo hay siete arcángeles.
Tres de sus nombres aparecen en las Escrituras, por lo que la Iglesia usa estos nombres en nuestro culto: San Miguel, el príncipe de la hueste celestial y el único llamado "arcángel" en las Escrituras; San Gabriel, el mensajero de la Encarnación; y San Rafael, el ángel de la curación y la medicina.
Los nombres de los otros cuatro no se usan en nuestra liturgia, aunque hay ciertas iglesias que conservan estos nombres y los usan en devoción privada, incluidas algunas iglesias católicas orientales. Los católicos romanos a menudo se refieren a ellos como los siete arcángeles o los siete espíritus asistentes alrededor del trono de Dios.
Por lo general, se considera que los arcángeles significan "ángel principal o principal" (Judas 9; 1 Tesalonicenses 4:16); son los que se mencionan con más frecuencia en toda la Biblia.
Los Arcángeles tienen un papel único como mensajero de Dios al pueblo en momentos críticos de la historia y la salvación (Tb 12: 6, 15; Jn 5: 4; Ap 12: 7-9), por ejemplo, como en la Anunciación y el Apocalipsis.
Dios eligió a uno de los grupos más bajos de ángeles para tener los mayores honores, como anunciar el nacimiento de Cristo a María, o llevar a su ejército a la batalla contra Satanás.
El nombre Miguel en hebreo significa 'Quien es como Dios' y fue el grito de batalla de los ángeles buenos contra Lucifer y sus seguidores cuando se rebelaron contra Dios. Se le menciona cuatro o cinco veces en la Biblia; en Daniel 10 y 12, en la carta de Judas, Apocalipsis y en Enoc. Su voluntad está enfocada, inamovible y enteramente dirigida hacia el logro de la bondad; es el protector de las almas, y empuña su poderosa espada contra las venenosas y vengativas aspiraciones de quien es conocido como mentiroso desde el principio.
En el libro de Enoc (9: 1; 10:15; 20: 5; 24: 4-10; 40: 8; 53: 6; 58; 66: 14-15; 70: 11-16) y una obra descubierta entre los Rollos del Mar Muerto titulado 'La Guerra de los Hijos de la Luz contra los Hijos de las Tinieblas' (también conocido como 'El Pergamino de la Guerra'), escrito alrededor del 50 a. C. y el siglo I d. C. menciona el nombre de San Miguel como el 'Príncipe de las Huestes Celestiales', el líder de todos los ángeles.
San Miguel, cuyas fuerzas arrojaron a Lucifer y los espíritus malignos al infierno, es invocado como protección contra Satanás y todo mal.
El Papa León XIII, en 1899, habiendo tenido una visión profética del mal que se infligiría a la Iglesia y al mundo en el siglo XX, instituyó una oración pidiendo que se dijera la protección de San Miguel al final de cada misa.
En la visita al Santuario de San Miguel Arcángel, el Papa Juan Pablo II dijo: "La batalla contra el Diablo... es la tarea principal de San Miguel Arcángel". La Escritura relata tal verdad: “Entonces estalló la guerra en el cielo; Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón. Aunque el dragón y sus ángeles se defendieron, fueron dominados y perdieron su lugar en el cielo.
El enorme dragón, la serpiente antigua conocida como el diablo o Satanás, el seductor del mundo entero, fue expulsado; fue arrojado a la tierra y sus secuaces con él ”(Apocalipsis 12: 7-9).
San Miguel Arcángel dijo a los tres niños en Fátima: “No temáis. Yo soy el Angel de la Paz. Reza conmigo”. Luego se postró y repitió tres veces: “Dios mío; ¡Creo, adoro, espero y te amo! ¡Te ruego perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no Te aman! “Esta oración de San Miguel muestra la seriedad de este guerrero comprometido que lucha por la paz con todo su ser. Dios en su amor por nosotros nos ha dado un protector magnífico.
San Gabriel significa "Dios es mi fuerza" y se le menciona cuatro veces en la Biblia. “Yo soy Gabriel, que estoy ante Dios” (Lc 1, 19). El ángel Gabriel apareció por primera vez en el Antiguo Testamento en las profecías de Daniel, anunció la profecía de las 70 semanas (Dn 9: 21-27).
Otra aparición temprana que tenemos de Gabriel también proviene de Daniel (8: 15-17). Enoc también lo menciona (9: 1-2; 10:13; 20: 7; 40: 9).
Las más significativas son las dos menciones de San Gabriel en el Nuevo Testamento: anunciar el nacimiento de Juan Bautista a su padre Zacarías y en la Encarnación del Verbo en el seno de María. Fue enviado por Dios a Nazaret, “a una virgen desposada con un hombre llamado José… y el nombre de la virgen era María”.
Además, acercándose a ella, le dijo: “¡Salve, favorecida! El Señor está contigo” (Lc 1, 27-28). La tradición cristiana sugiere que fue él quien se apareció a san José y a los pastores, y también que fue él quien 'fortaleció' a Jesús durante su agonía en el huerto de Getsemaní.
El Papa San Gregorio Magno escribió: “Él [Gabriel] vino a anunciar a Aquel que apareció como un hombre humilde m. 34, 8-9). San Gabriel es el ángel de la potencia de Dios, la Encarnación y el consuelo en la tradición cristiana. Gabriel es siempre el ángel de la misericordia, mientras que Miguel es más bien el ángel del juicio.
Rafael significa 'Dios es mi salud'. “Yo soy el ángel Rafael, uno de los siete que están delante del Señor” (Tob 12:15). El nombre de San Rafael también significa 'Dios ha sanado' debido a su curación de la ceguera de Tobías en el Libro de Tobías. Tobías es el único libro en el que se le menciona. Por tanto, su oficio es conocido por sus actos de curación y misericordia.
San Rafael también se identifica con los ángeles en Juan 5: 1-4, quienes descendieron sobre el estanque y le otorgaron poderes curativos para que el primero en entrar después de que se moviera fuera sanado de cualquier enfermedad que estuviera sufriendo.
Dios, en su maravillosa misericordia, es tan bueno al darnos tres arcángeles tan vigilantes y magníficos. Debemos llamar muy a menudo a los santos Miguel, Gabriel y Rafael para que nos ayuden e intercedan por nosotros ante el trono de Dios.
Reza diariamente a San Gabriel pidiendo consuelo, a San Rafael por la curación y a San Miguel por protección contra las trampas y la maldad del Diablo.
Coro celestial de los Ángeles
La existencia de los ángeles es un dogma de fe, y la existencia de los ángeles guardianes se desprende de la Sagrada Escritura y la tradición.
Los ángeles de la guarda, según Tomás de Aquino, pertenecen al rango más bajo de ángeles.
Santo Tomás afirmó que todo hombre recibe un ángel de la guarda en su Summa Theologica (Primera Parte, Pregunta 113) y proporciona argumentos irrefutables por qué debe ser así. Era la enseñanza común en su tiempo y ningún médico la cuestionó desde el siglo XIII.
Las Escrituras no nos dan ninguna indicación del tiempo preciso de la creación de los ángeles; su existencia se asume en los primeros tiempos.
La creencia en los ángeles de la guarda se ha enseñado implícitamente en las Escrituras, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
Además de los ángeles de la guarda personal, se pensaba que todo Israel tenía un ángel de la guarda, como se ve en Éxodo 23: 20-23. “Tu ángel de la guarda es solo tuyo”.
Primeras cartas de San Ambrosio: “Debemos rezar a los ángeles que nos han sido dados como guardianes” (De Viduis, ix).
Que cada alma individual tiene un ángel de la guarda nunca ha sido definido por la Iglesia y, en consecuencia, no es un artículo de fe; pero es la 'mente de la Iglesia', como lo expresó San Jerónimo: “La dignidad de un alma es tan grande, que cada uno tiene un ángel de la guarda desde su nacimiento” (Comm. en Mateo, xviii, lib. II).
El Nuevo Testamento cita este pasaje y nos dice que la humanidad, incluido el mismo Señor Jesús, fue hecha un poco más baja que los ángeles, 'por el sufrimiento de la muerte' (Hebreos 2: 9).
Los ángeles no mueren, pero los hombres y las mujeres sí. Incluso Jesús, el Hijo de Dios, era un hombre mortal, pero ahora ha recibido la gloria y el honor que le correspondía cuando, como dijo después de Su resurrección, “todo poder me es dado en el cielo y en la tierra” (Mateo 28 : 18).
Jesús nos dice que los niños tienen sus propios ángeles de la guarda: “Mirad que no despreciéis a uno de estos pequeños, porque os digo que en el Cielo sus ángeles ven siempre el rostro de Mi Padre que está en los Cielos” (Mateo 18: 10). Este versículo parece indicar que los niños tienen un ángel listo para ayudar en cualquier momento que sea necesario.
La Biblia nos da muchas referencias sobre los ángeles de la guarda, por ejemplo, Génesis 19:11: “E hirieron con ceguera a los hombres que estaban a la puerta de la casa”; 1 Reyes 19: 5: “Un ángel lo tocó y le dijo: 'Levántate y come'”; PD. 91:11: “Él dará a sus ángeles cargo sobre ti, para que te guarden en todos tus caminos. Te llevarán en sus manos, no sea que tropieces con tu pie en piedra ”; Dan. 6:22: “Mi Dios envió su ángel, y cerró la boca de los leones, y no me hicieron daño”; Hechos 5:19; “Pero un ángel del Señor de noche abrió las puertas de la prisión, los sacó y dijo”, ….; Hechos 12; 11: “Y cuando Pedro volvió en sí, dijo: 'Ahora sé de verdad que el Señor envió a su ángel y me liberó de la mano de Herodes.
La conversión de un pecador da gran alegría a su ángel de la guarda y, de hecho, a todos los ángeles. Nuestro ángel de la guarda nos anima a agradecer a Dios por las muchas humillaciones que recibimos a diario, sin embargo, es más difícil si tenemos orgullo.
Los ángeles de la guarda pueden ayudar a servir como guías en este mundo. Sin embargo, es mucho más fácil si cooperamos con el ángel de la guarda. A menudo luchamos en nuestro pecado, solo para quedar atrapados aún más.
Debemos aprovechar todo lo que Dios nos proporciona y llamar a nuestro ángel de la guarda y a San Miguel Arcángel a menudo durante el día para pedir ayuda y asistencia.
Los ángeles de la guarda son espíritus y no tienen sentido de la emoción. Incluso si pierden su confianza, se regocijan en la justicia de Dios. No sienten pena y ciertamente no sienten vergüenza por la caída final de su cargo. Ningún ángel de la guarda 'falla', todos hacen un buen trabajo. Cuando el último ángel de la guarda sea enviado por Dios, será para proteger al último hombre creado por Dios.
Podemos aprender de los santos, muchos de los cuales tuvieron relaciones maravillosas con sus ángeles de la guarda.
El Padre Pío tenía un amor y devoción especialmente tierno por su ángel de la guarda. Desde los cinco años pudo ver y conversar con su ángel de la guarda. En su sencillez infantil, asumió que todos tenían la misma experiencia. Disfrutando de una amistad íntima con su ángel de la guarda, el Padre Pío se refirió a él como el "compañero de mi infancia". La relación amorosa continuó durante toda la vida del Padre Pío.
Para el Padre Pío, su ángel era su apoyo, su protector, su maestro, su hermano y su amigo. A veces, el ángel de la guarda del Padre Pío actuaba como su secretario y también como su "cartero" celestial llevando mensajes a sus hijos espirituales.
El ángel de la guarda del Padre Pío lo despertaba por la mañana y juntos se unían en oración y alabanza a Dios.
El Padre Pío le escribió al Padre Agostino: “De nuevo por la noche cuando cierro los ojos, el velo se levanta y veo el Paraíso abrirse ante mí; y contento por esta visión duermo con una sonrisa de dulce bienaventuranza en mis labios y un semblante perfectamente tranquilo, esperando que el pequeño compañero de mi infancia venga a despertarme, para que podamos cantar juntos las alabanzas de la mañana al Amado de nuestra corazones”.
La Fiesta de los Ángeles de la Guarda es una fiesta católica que se celebra anualmente el 2 de octubre. Pablo V fue el primer Papa, en 1608, en autorizar una fiesta en honor a los ángeles guardianes. El Papa Clemente X cambió la fecha al 2 de octubre y el Papa León XIII, en 1883, actualizó la fecha a una fiesta mayor
En un discurso a los peregrinos estadounidenses el 3 de octubre de 1958, el Papa Pío XII habló elocuentemente de los santos ángeles y dijo: “Los ángeles son gloriosos, puros y espléndidos. Nos han sido entregados como compañeros en el camino de la vida. Ellos tienen la tarea de velar por todos ustedes, para que no se alejen de Cristo, su Señor”.
El Papa emérito Benedicto XVI usó su discurso del Ángelus dominical para recordar a los cristianos que deben pedir ayuda a su ángel de la guarda durante toda la vida. “Queridos amigos, el Señor está siempre cerca y activo en la historia de la humanidad, y nos sigue con la presencia única de sus ángeles, que hoy la Iglesia venera como 'Guardián', es decir, los que ministran el cuidado de Dios por cada hombre”.
El ex Papa dijo a los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro de Roma, el 2 de octubre de 2011. Nuestro ángel de la guarda siempre estará encantado de que lo llamemos a menudo para pedir ayuda, asistencia y protección en todas las circunstancias.
Las Escrituras no nos dan ninguna indicación del tiempo preciso de la creación de los ángeles; su existencia se asume en los primeros tiempos.
La creencia en los ángeles de la guarda se ha enseñado implícitamente en las Escrituras, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
Además de los ángeles de la guarda personal, se pensaba que todo Israel tenía un ángel de la guarda, como se ve en Éxodo 23: 20-23. “Tu ángel de la guarda es solo tuyo”.
Primeras cartas de San Ambrosio: “Debemos rezar a los ángeles que nos han sido dados como guardianes” (De Viduis, ix).
Que cada alma individual tiene un ángel de la guarda nunca ha sido definido por la Iglesia y, en consecuencia, no es un artículo de fe; pero es la 'mente de la Iglesia', como lo expresó San Jerónimo: “La dignidad de un alma es tan grande, que cada uno tiene un ángel de la guarda desde su nacimiento” (Comm. en Mateo, xviii, lib. II).
El Nuevo Testamento cita este pasaje y nos dice que la humanidad, incluido el mismo Señor Jesús, fue hecha un poco más baja que los ángeles, 'por el sufrimiento de la muerte' (Hebreos 2: 9).
Los ángeles no mueren, pero los hombres y las mujeres sí. Incluso Jesús, el Hijo de Dios, era un hombre mortal, pero ahora ha recibido la gloria y el honor que le correspondía cuando, como dijo después de Su resurrección, “todo poder me es dado en el cielo y en la tierra” (Mateo 28 : 18).
Jesús nos dice que los niños tienen sus propios ángeles de la guarda: “Mirad que no despreciéis a uno de estos pequeños, porque os digo que en el Cielo sus ángeles ven siempre el rostro de Mi Padre que está en los Cielos” (Mateo 18: 10). Este versículo parece indicar que los niños tienen un ángel listo para ayudar en cualquier momento que sea necesario.
La Biblia nos da muchas referencias sobre los ángeles de la guarda, por ejemplo, Génesis 19:11: “E hirieron con ceguera a los hombres que estaban a la puerta de la casa”; 1 Reyes 19: 5: “Un ángel lo tocó y le dijo: 'Levántate y come'”; PD. 91:11: “Él dará a sus ángeles cargo sobre ti, para que te guarden en todos tus caminos. Te llevarán en sus manos, no sea que tropieces con tu pie en piedra ”; Dan. 6:22: “Mi Dios envió su ángel, y cerró la boca de los leones, y no me hicieron daño”; Hechos 5:19; “Pero un ángel del Señor de noche abrió las puertas de la prisión, los sacó y dijo”, ….; Hechos 12; 11: “Y cuando Pedro volvió en sí, dijo: 'Ahora sé de verdad que el Señor envió a su ángel y me liberó de la mano de Herodes.
La conversión de un pecador da gran alegría a su ángel de la guarda y, de hecho, a todos los ángeles. Nuestro ángel de la guarda nos anima a agradecer a Dios por las muchas humillaciones que recibimos a diario, sin embargo, es más difícil si tenemos orgullo.
Los ángeles de la guarda pueden ayudar a servir como guías en este mundo. Sin embargo, es mucho más fácil si cooperamos con el ángel de la guarda. A menudo luchamos en nuestro pecado, solo para quedar atrapados aún más.
Debemos aprovechar todo lo que Dios nos proporciona y llamar a nuestro ángel de la guarda y a San Miguel Arcángel a menudo durante el día para pedir ayuda y asistencia.
Los ángeles de la guarda son espíritus y no tienen sentido de la emoción. Incluso si pierden su confianza, se regocijan en la justicia de Dios. No sienten pena y ciertamente no sienten vergüenza por la caída final de su cargo. Ningún ángel de la guarda 'falla', todos hacen un buen trabajo. Cuando el último ángel de la guarda sea enviado por Dios, será para proteger al último hombre creado por Dios.
Podemos aprender de los santos, muchos de los cuales tuvieron relaciones maravillosas con sus ángeles de la guarda.
El Padre Pío tenía un amor y devoción especialmente tierno por su ángel de la guarda. Desde los cinco años pudo ver y conversar con su ángel de la guarda. En su sencillez infantil, asumió que todos tenían la misma experiencia. Disfrutando de una amistad íntima con su ángel de la guarda, el Padre Pío se refirió a él como el "compañero de mi infancia". La relación amorosa continuó durante toda la vida del Padre Pío.
Para el Padre Pío, su ángel era su apoyo, su protector, su maestro, su hermano y su amigo. A veces, el ángel de la guarda del Padre Pío actuaba como su secretario y también como su "cartero" celestial llevando mensajes a sus hijos espirituales.
El ángel de la guarda del Padre Pío lo despertaba por la mañana y juntos se unían en oración y alabanza a Dios.
El Padre Pío le escribió al Padre Agostino: “De nuevo por la noche cuando cierro los ojos, el velo se levanta y veo el Paraíso abrirse ante mí; y contento por esta visión duermo con una sonrisa de dulce bienaventuranza en mis labios y un semblante perfectamente tranquilo, esperando que el pequeño compañero de mi infancia venga a despertarme, para que podamos cantar juntos las alabanzas de la mañana al Amado de nuestra corazones”.
La Fiesta de los Ángeles de la Guarda es una fiesta católica que se celebra anualmente el 2 de octubre. Pablo V fue el primer Papa, en 1608, en autorizar una fiesta en honor a los ángeles guardianes. El Papa Clemente X cambió la fecha al 2 de octubre y el Papa León XIII, en 1883, actualizó la fecha a una fiesta mayor
En un discurso a los peregrinos estadounidenses el 3 de octubre de 1958, el Papa Pío XII habló elocuentemente de los santos ángeles y dijo: “Los ángeles son gloriosos, puros y espléndidos. Nos han sido entregados como compañeros en el camino de la vida. Ellos tienen la tarea de velar por todos ustedes, para que no se alejen de Cristo, su Señor”.
El Papa emérito Benedicto XVI usó su discurso del Ángelus dominical para recordar a los cristianos que deben pedir ayuda a su ángel de la guarda durante toda la vida. “Queridos amigos, el Señor está siempre cerca y activo en la historia de la humanidad, y nos sigue con la presencia única de sus ángeles, que hoy la Iglesia venera como 'Guardián', es decir, los que ministran el cuidado de Dios por cada hombre”.
El ex Papa dijo a los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro de Roma, el 2 de octubre de 2011. Nuestro ángel de la guarda siempre estará encantado de que lo llamemos a menudo para pedir ayuda, asistencia y protección en todas las circunstancias.