El mundo se ha llenado de amuletos y
talismanes.
La inseguridad del hombre posmoderno lo lleva a buscar
protección en un mundo sobrenatural, que él cree que existe.
Piensa en un poderoso mundo que no se ve y al que puede
acceder por medio de ciertos ritos.
Esto le lleva a desdibujar la imagen de un Dios todopoderoso
que se ocupa de proteger a cada persona y lo reemplaza con un Dios que creó el universo y sus leyes,
y luego dejó al hombre en control de todo, cómo sostienen la Masonería y la New Age.
El conocimiento de las leyes de funcionamiento del universo,
que están ocultas, es según ellos, lo que permite cargar sobrenaturalmente los
amuletos y talismanes.
Sin embargo los cristianos, aun usando medallas y otros
objetos de devoción, no piensan que haya un poder intrínseco en ellos.
No piensan que se puedan cargar de protección y abundancia.
Sino que son intermediarios de nuestra actitud hacia Dios y
nos recuerdan la protección permanente de Él.
Esta diferencia de comprensión de lo que es un objeto
religioso la veremos ejemplificada en el objeto llamado la "mano de
Fátima", qué se está haciendo cada vez más popular en occidente, imitando
lo que sucede en medio oriente.
QUE ES LA MANO DE FÁTIMA
La Mano de Fátima también es conocida como la Hamsa (árabe),
Hamesh (hebreo), Humsa (hindú), Mano Ponderosa (italiano) o Mano amiga
(hoodoo).
Es un amuleto muy popular en el norte de África y el Oriente
Medio, y se usa básicamente en artículos de joyería, objetos de decoración y
tapices.
Es una mano derecha abierta como se muestra en las imágenes,
y básicamente se le atribuye un efecto de protección a quien la usa y de defensa
contra el mal.
Es predominantemente usada entre los judíos, musulmanes y
cristianos.
Es un objeto que proviene de la magia apotropaica, o sea
destinada a alejar el daño o las malas influencias, desviar la desgracia y
evitar el mal de ojo.
Se cree que su origen estuvo en los fenicios, que la usaron
como la mano de Tanit para protegerse contra el mal.
Tanit era una diosa poderosa del cielo, que tiene sus
correlatos en Astarté en la cultura semítica, Anat en la cultura mesopotámica,
e Inana en la cultura sumeria.
En todos estos casos eran diosas asociadas con el amor, la
fertilidad y la guerra.
Los musulmanes la llaman la “mano de Fátima” en alusión a la
hija favorita de Mahoma, Fatimah Zahra.
Los judíos la llaman la mano de Myriam, que era la hermana
de Moisés y Aarón.
Y en algunos casos los cristianos la llaman la mano de
María.
Pero en todos estos casos representa la femineidad y la mano
de una mujer Santa.
También representa el concepto del número 5, que simboliza
los 5 libros de la Torá para los judíos y los 5 pilares del Islam para los
musulmanes.
Posteriormente a ese diseño original se le agregó un ojo en
la palma de la mano, que se le llama ojo de Dios u ojo Turco.
Que algunos dicen proviene de la representación hindú de la
protección maternal, que ellos representan con ojos en la frente, las manos y
los pies.
Esto también tiene su correlato en la madre tierra egipcia
Hathor, a la que también los griegos la transformaron en Afrodita y los romanos
en Venus.
Esta representación de la mano más el ojo es que trae
felicidad, buena suerte y salud para el que la usa, además de protección contra
el mal y otros peligros.
El agregado del ojo intensifica su simbología como
protección contra el mal de ojo, o sea las miradas mal intencionadas que pueden
causar enfermedades y enemistades.
Hay que recordar que la mano en sí misma ya tenía desde la
antigüedad significado múltiple.
Uno de ellos era cegar al agresor cuando se levantaba la
mano derecha y se mostraba la palma con los dedos separados.
DESCRIPCIÓN Y FORMAS DE USO
Cómo se puede ver en las imágenes, la mano de Fátima es una mano derecha con 5 dedos, tiene el
dedo medio más largo y los dedos índice y anular más cortos y de similar tamaño
entre ellos.
A los costados hay dos pulgares del mismo tamaño entre sí,
se considera que las representaciones con los dedos separados es para
protegerse del mal y con los dedos juntos para traer buena suerte.
Si la mano está apuntando con los dedos para arriba, que es
la posición original para judíos, musulmanes y cristianos, significa fuerza,
poder, bendición y protección.
Si los dedos están apuntando para abajo significa buena
suerte.
El agregado del ojo de Dios se dice que atrae la suerte y
que la mano ama a quien la lleva.
Antiguamente la mano se colgaba en las casas para simbolizar
protección de sus habitantes.
Pero actualmente se utiliza básicamente como pieza de
joyería para usar individualmente.
Y el arte la ha ido sofisticando, haciendo algunas versiones
más masculinas, otras más femeninas, y en algunos casos estilizando la forma de
los dedos y sus posiciones.
En algunas manos se ve un ojo muy grande y en otros es
reemplazado por un círculo o una estrella.
EL SIGNIFICADO DE LA MANO DE FÁTIMA
En Medio Oriente la Hamsa se utiliza como un signo de
protección contra el mal y los malos deseos de otras personas, así como un
signo de buena suerte y abundancia.
De esta forma se interpreta que el propietario de la Hamsa
disfrutará de buena salud y felicidad.
Es tan legitimado su uso en la cultura árabe que la Hamsa
aparece en el emblema Nacional de Argelia.
EN EL ISLAM
El Islam prohíbe el uso de amuletos y medallas, sin embargo
usan la Hamsa para representar los 5 pilares de su religión: peregrinar una vez
en la vida a La Meca, rezar 5 veces al día, el autocontrol durante Ramadán,
aceptar a Mahoma como el profeta de Dios y dar a los necesitados.
El nombre de mano de Fátima hace alusión a la hija
predilecta de Mahoma, quien nació en La Meca en el año 604.
Estaba casada con Alí, que era primo de Mahoma y un día
trajo a una concubina a la casa donde vivía con Fátima.
Esto le produjo tanto dolor a Fátima, que en ese momento
estaba cocinando, que metió su mano en la olla de agua hirviendo y revolvió la
comida con ella.
Cuándo Alí se dio cuenta le sacó la mano de la olla pero ya
su mano estaba muy deteriorada.
Entonces Alí comprendió que le había causado mucho dolor a
su esposa y desde ese momento se dedicó sólo a ella.
Esto convirtió a la mano de Fátima en un símbolo de
protección contra la infidelidad para las mujeres musulmanas.
EN EL JUDAÍSMO
Entre los judíos la Hamsa ha tenido diversos significados.
Uno de ellos como ya vimos es representar los 5 primeros
libros del antiguo testamento que los judíos llaman la Torá y los cristianos
llaman el Pentateuco.
Además recuerda a los judíos que deben enfocar los 5
sentidos cuando rezan.
También hace memoria a algunos pasajes donde la Biblia
declara que Dios sacó a los judíos de Egipto con su “mano fuerte”, como en el
Deuteronomio 5: 15.
En la diáspora europea se utilizó para denotar que una
persona pertenecía a la casta sacerdotal.
Actualmente se usa en los contratos de matrimonio, osea
Ketubah, como símbolo que acompaña la Torá y en la Hagadá de la Pascua.
Pero particularmente se ha integrado en la vida cotidiana de
Israel, llegando a ser un símbolo de su secularidad.
Un talismán qué tiene el significado de ahuyentar el
peligro, así como tocar madera en el símil occidental.
SIGNIFICADO CATÓLICO
Para los católicos la mano de Fátima representa el
monoteísmo de las religiones abrahámicas.
También es un símbolo de femineidad, poder y fortaleza,
asociado con la Virgen María.
Y en ciertos momentos tuvo ribetes cercanos al uso como
amuleto para protección y buena suerte, al punto que Carlos V decretó la
prohibición de su uso en 1526, lo que muestra que su uso estaba extendido en
España aún luego de la reconquista.
EL USO DE OBJETOS BENDECIDOS PARA LOS CATÓLICOS
Los católicos usamos objetos bendecidos para proteger
nuestros hogares y a nosotros mismos del maligno. Pero no creemos que esos objetos tengan poder por sí
mismos, sino que representan la bendición de Dios sobre quien lo usa.
El criterio pagano es pensar que un amuleto posee su propia
fuente de poder, mientras que los cristianos consideramos que una reliquia o un
objeto bendecido nos acerca al poder de intercesión del santo que está
representado en él o de Dios mismo.
La creencia de la gente de la New Age es que un amuleto
tiene un poder espiritual cargado en él mismo, y qué ese poder puede usarse
para protegerse contra el mal y lograr prosperidad.
Piensan que el poder sobrenatural se puede cargar en el
objeto colocándolo sobre una especie de altar, y visualizando un rayo de luz
que venga del cielo y pase a través de las manos del propietario hacia el
objeto.
Por ejemplo si se carga un talismán de San Antonio, el mismo
talismán ayudará a las personas a encontrar los artículos perdidos cuando se lo
invoque.
O hacer desaparecer a los enemigos cuando se invoque a un
talismán cargado de la energía de San Expedito.
De la misma forma que un talismán del Divino Niño de Praga
nos ayudará en tiempos de crisis, o uno de Nuestra Señora de Fátima nos ayudará
en temas políticos, o el de San Cristóbal nos evitará accidentes, o el de San
José nos permitirá vender un bien inmueble rápidamente.
Absolutamente contrario a lo que sostiene la Iglesia
Católica, ya en el Concilio de Laodicea, en el siglo IV, se prohibió al clero
hacer hechicerías, prestidigitaciones y usar amuletos, al punto que quienes los
hicieran debían ser excomulgados.
Y sentó las bases para que objetos piadosos cristianos, como
representaciones del buen pastor, el cordero, imágenes de santos, medallas,
reliquias tuvieran una veneración relativa.
El Concilio de Trento, que impulsó la contrarreforma, se
esforzó por formular la enseñanza católica respecto a estas imágenes.
El criterio es que ninguno de estos objetos tiene un poder
residente o una divinidad en ellos por sí mismo, como protectores contra un
daño o facilitadores de abundancia.
A estos objetos e imágenes se les debe honor y se le debe
venerar por los prototipos que representan y no porque haya en ellos divinidad.
Esto último es fruto de un pensamiento supersticioso...
El numeral 2683 del Catecismo de la Iglesia Católica dice
que los católicos deben pedir la intercesión de los santos, pero no de los
amuletos y talismanes, porque en ellos no reside el santo.
Además, pedir la intercesión de un santo es solicitarle que
ore en nuestro nombre a Dios.
Con este criterio el papa San Pío V comenzó la costumbre de
bendecir medallas y otorgarles indulgencias; ya en 1566 bendecía medallas de
Jesús y María y concedía indulgencias a los fieles que las usaban.
Incluso el Enchiridion de indulgencias actual dice,
"los fieles, que usan devotamente un artículo de
devoción (crucifijo o cruz, rosario, escapulario o medalla) debidamente
bendecidos por cualquier sacerdote, obtienen una indulgencia parcial". Pero esto no significa que el uso de esa medalla
indulgenciada proteja a su propietario sobrenaturalmente.
Sino que la protección viene directamente de Nuestro Señor,
y puede ser intermediada por diversos santos en el cielo.
A estos objetos la Iglesia Católica le llama sacramentales.
Los que preparan a la persona para disponerse a cooperar y
recibir la gracia, y a su vez nos abre para seguir el ejemplo de la persona que
está representada en la imagen.
De modo que llevar puesta una medalla o una cruz, o tener en
su casa cuadros y esculturas religiosas, o mismo las imágenes religiosas que
están en las iglesias, es una práctica para mantenernos conscientes de la
protección y el amor que tenemos a través de esas personas representadas en las
imágenes.
Lo que a su vez nos predispone cumplir el ejemplo que nos
han dado y nuestros deberes religiosos, poniendo nuestra fe en acción.
Es el mismo concepto que subyace en el uso de un anillo de
bodas por parte de un matrimonio.
Es un recordatorio físico de los votos de fidelidad y de
amor entre ambos cónyuges.Y que ese amor y esa fidelidad esta intermediada por
la gracia de Dios y la comunión de los santos.
Fuentes:
https://themystica.com/hand-of-fatima/
http://ewtn.com/experts/showmessage
https://nazareth.com/hamsa-evil-eye/
http://womenofgrace.com/blog/
https://misfitsandheroes/hamsa
https://wikipedia.org/Hamsa
http://newadvent.org/cathen/
http://unhealthydevotions/saints-with-talismans
http://catholicstraightanswers/origin-of-medals
https://aleteia.org/hand-of-fatima/