Dulce madre...

Dulce madre...


Dulce Madre, no te alejes,
tu vista de mí no apartes,
ven conmigo a todas partes
y solo nunca me dejes:
ya que Tú me quieres tanto
como verdadera madre,
haz que me bendigan el Padre, 
el Hijo y el Espíritu Santo.

Dios no ha de forzar...

Dios no ha de forzar nuestra voluntad...


Dios no ha de 
forzar nuestra
voluntad;
toma lo que
le damos;
más no se da a Sí
del todo hasta
que nos damos
del todo.