Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial.
Dios, Hijo, redentor del mundo.
Dios, Espíritu Santo.
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios.
Santa María de Guadalupe.
Santa Virgen de las vírgenes.
Hija del Padre, Creador del cielo y la tierra.
Madre del Hijo que vino a traernos la vida en abundancia.
Esposa del Espíritu Santo de quien concebiste al Redentor.
Madre Virgen.
Madre de todos los hombres.
Madre de la Iglesia.
Madre que de tus servidores prefieres a los humildes y sencillos.
Madre que agradeces y pagas lo poco que hacemos por servirte.
Madre que nos das tu amor, tu compasión y auxilio.
Madre que remedias nuestras miserias, penas y dolores.
Madre que nos tienes bajo tu sombra y amparo.
Madre que nos llevas en tu regazo y nos haces correr en todo por tu cuenta.
Madre que sales al encuentro de tus hijos desviados.
Madre que te complaces en quienes buscan las cosas de Dios, como Juan Diego
Madre admirable, que tomas en cuenta a los Ovispos, Sacerdotes y fieles.
Virgen fiel
Virgen que nos pediste un templo
en el Tepeyac
Virgen que hiciste brotar rosas fragantes
en tierra infecunda.
Virgen que dibujaste tu imagen
celeste en la tilma de Juan Diego
Virgen que quisiste ser llamada
Santa María de Guadalupe
Virgen Misionera, evangelizadora y catequista.
Rosa mística del Tepeyac
Gloria y alegría de nuestro pueblo
Salud de los enfermos
Consoladora de los afligidos
Auxilio de los cristianos,
que presidiste la victoria de Lepanto.
Reina de los Ángeles
Reina de las Vi´rigenes
Reina de todos los Santos
Reina de la Paz
Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo (3 veces)
Señor Jesucristo, que desde
la cruz en la persona de
Juan Evangelista nos entregaste
a María como Madre
y en el Tepeyac Ella misma
declara a Juan Diego
que es nuestra piadosa Madre,
concede propicio que todos
los que buscan a Dios
se alegren de haberlo encontrado
por la mediación de Santa María de Guadalupe,
nuestra dulce y Santa Madre,
y por la intercesión del Beato Juan Diego.
Tú que, con el Padre y el Espíritu Santo,
vives y reinas por los siglos de
los siglos.
Amen