10 PENSAMIENTOS DEL PADRE PÍO SOBRE EL NACIMIENTO DE JESÚS
1 – LA TERNURA DE LA NAVIDAD
“Todas las fiestas de la Iglesia son hermosas… la Pascua,
sí, es la glorificación… pero la Navidad posee una ternura, una dulzura
infantil que me atrapa todo el corazón”.
2 – LÁGRIMAS DE GRATITUD
"¡Qué feliz me hace Jesús! ¡Qué suave es su espíritu! Pero
yo me confundo y sólo consigo rezar y repetir: “Jesús, pan mío”".
3 – LOS VAGIDOS DE JESÚS
“Sólo se oyen los vagidos y el llanto del niño Dios y con
este llanto y estos vagidos ofrece a la justicia divina el primer rescate de
nuestra reconciliación…”
4 – EL MÁS PEQUEÑO DE NOSOTROS
“Que el Niño Jesús te colme de sus divinos carismas, te haga
probar las alegrías de los pastores y de los ángeles y te revista todo con el
fuego de esa caridad por la que se hizo el más pequeño de nosotros, y te
convierta en un niño pequeño lleno de amabilidad, sencillez y amor”.
5 – DULCÍSIMO JESÚS
“Que el dulcísimo Niño Jesús os traiga todas las gracias,
todas las bendiciones, todas las sonrisas que plazca a su infinita bondad…”
6 – JESÚS LLAMA… MOVIDOS POR SU GRACIA CORREN
“Jesús llama a los pobres y sencillos pastores por medio de
los ángeles para manifestarse a ellos. Llama a los sabios por medio de su misma
ciencia.
Y todos, movidos por el influjo interior de su gracia,
corren hacia él para adorarle. Nos llama a todos con las inspiraciones divinas
y se comunica a nosotros con su gracia”.
7 – LA JUSTIFICACIÓN DE LOS PECADORES
“Nuestra justificación es un milagro extremadamente grande
que la Sagrada Escritura compara con la resurrección del Maestro divino.
Sí, querida amiga, la justificación de nuestra impiedad es
tal que bien podemos decir que Dios mostró su potencia más en nuestra
conversión que en sacar de la nada el cielo y la tierra, pues hay más
contraposición entre el pecador y la gracia que entre la nada y el ser.
La nada está menos lejos de Dios que el pecador. Además, en
la creación se trata del orden natural; en la justificación del impío, en
cambio, se trata del orden sobrenatural y divino”.
8 – JESÚS ES CON MAYOR RAZÓN PARA LOS PECADORES
“Jesús es de todos, pero lo es con mayor razón para los
pecadores. Nos lo dice él mismo: “No he venido a llamar a los justos, sino a
los pecadores”. “No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los
enfermos”.
“El Hijo del hombre ha venido a salvar lo que estaba
perdido”. “Habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta
que por noventa y nueve justos que no tengan necesidad de conversión”.
9 – LO HACE PARA QUE SEAS MÁS HUMILDE
“Nuestro Señor te ama tiernamente, hija mía. Y si no te hace
sentir la dulzura de su amor, lo hace para que seas más humilde y te sientas
despreciable.
No dejes por ello de recurrir a su santa benignidad con toda
confianza, especialmente en el tiempo en el que nos lo representamos como
cuando era un niño pequeño en Belén.
Porque, hija mía, ¿para qué toma esta dulce, amable
condición de niño si no es para provocarnos a amarlo confidentemente y a
entregarnos amorosamente a él?”.
10 -PIDAMOS QUE NOS REVISTA DE HUMILDAD
“Pidamos al Niño divino que nos revista de humildad, porque
sólo con esta virtud podemos gustar este misterio relleno de divinas ternuras”
Nuestra Herencia
Nuestra Herencia
Porque sabemos, Señor, que la materia
va perdiendo, poco a poco, su valor,
queremos dejarle como HERENCIA
EL SABER TRANSMITIR UN GRAN AMOR.
Porque sabemos, Señor, que lo superfluo
no subsistir más allá de nuestras vidas
queremos dejarles de recuerdo
EL PODER CONTAGIAR UNA SONRISA
Porque sabemos, Señor, que algún día
a sus vidas llegará el dolor,
queremos dejarle la FORTALEZA
que sólo hallaron desde TU AMOR.
Si alguna vez, Señor, cuando faltemos
necesitan, como hoy, de un "te comprendo"
que papá o mamá les den un beso,
un consejo, o sentir que los queremos,
cuando llegue, Señor, ese momento,
recordales lo mucho compartido
y, unidos en un mismo sentimiento,
sepan ser apoyo, abrazo, amigo.
Esto es, hijos, NUESTRA HERENCIA...
No tenemos más tesoros para darles
que el haber intentado ser PRESENCIA
COMPARTIENDO EL AMOR día tras día
y ese Dios, Señor Nuestro, tan amado
COMO ÚNICA Y ETERNA COMPAÑÍA.
Amén
Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé
Se le llama “Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé”,
“Virgencita de Caacupé”, “Virgen de los Milagros de Caacupé”, “Virgen Azul de
Paraguay” o, sencillamente, “María de Caacupé”.
HISTORIA SOBRE LA APARICIÓN DE LA VIRGEN QUE DIÓ ORIGEN A LA DEVOCIÓN EN CAACUPÉ
Cuenta la leyenda que un indígena cristiano había ido hacia
las selvas del valle Ytú, para la búsqueda de alimentos y madera.
Era un indio guaraní, converso de la misión franciscana de
Tobatí, y se encontraba en grave peligro de muerte.
Estaba rodeado por los fieros Mbayaes, tribu que no ha
querido aceptar la fe cristiana y se ha declarado acérrima enemiga de los
conversos.
Entonces, cuenta la leyenda que la imagen de la Virgen María
se le apareció y dijo: “Caaguy Cupe-pe”, que traducido significa “detrás de la
yerba”..
En alusión a la yerba mate, infusión a la que se atribuyen
muchos poderes medicinales.
Y allí detrás encontró un grueso tronco que le ofrece
refugio seguro y se escondió, agazapado y tembloroso, pidiéndole amparo a su
Madre del Cielo, la Inmaculada, que los buenos frailes le habían enseñado a
amar profundamente..
En ese momento promete que tallará, con la madera del árbol
protector, una bonita imagen de la Virgen, si es que llega a salir con vida.
Sus perseguidores siguieron de largo sin advertir su
presencia, y el indio escultor, agradecido, en cuanto pudo regresar, tomó del
árbol la madera que necesitaba para su trabajo.
Del tronco surgieron dos tallas; la mayor fue destinada a la
Iglesia de Tobatí y la más pequeña la conservó el indio en su poder, para su
devoción personal.
Se dice que brota agua en el sitio preciso de la aparición,
y esta agua ayudó a los guaraníes a sobrevivir el calor del mes de diciembre.
Años después la gran inundación que creó el lago de Ypacaray
amenazaba con destruir los poblados cercanos y los frailes franciscanos,
acompañados de los habitantes de la región, organizaron rogativas pidiendo la
tranquilidad de las aguas.
Se cuenta que el Padre Luis de Bolaños bendijo las aguas y
éstas retrocedieron hasta sus límites actuales.
Junto con la calma, apareció flotando un maletín sellado que
encerraba en su interior una imagen de la Virgen, que fue reconocida por los
presentes como la misma que el indio tallara años atrás.
Desde entonces el pueblo la llamó la “Virgen de los
Milagros”.
Luego, el indio escultor se instala con su familia en esos
valles, con la seguridad que la Virgen María siempre lo cuidara.
Construyó un humilde oratorio, y este a su vez, como un imán
atraía pobladores en su entorno, constituyéndose un poblado conocido
primeramente como los ytuenses.
Por el 1765, la zona ya era conocida como el valle de
Caacupé, costumbre que iba arraigándose.
El 4 de abril de 1770, se toma como referencia la fundación
de Caacupé.
La historia no ha recogido datos de la imagen mayor, que se
supone saqueada por los salvajes Mbayaes.
Tampoco se supo más de aquel indiecito guaraní y cristiano,
pero aunque nunca sepamos a quien deben la fe y la iglesia esa obra de
inspiración divina, nuestra fe nos dice que ya está desde hace tiempo
compartiendo con nuestra Madre Celestial…..
EL SANTUARIO DE CAACUPÉ
La devoción a la Inmaculada Concepción de María se remonta al
tiempo de creación del Valle de Caacupé, en torno a la pequeña capilla, que fue
erigida en honor de esta advocación mariana, allá por el año 1769.
En 1945 comenzó la construcción del templo actual que guarda
la imagen de la Virgen de los Milagros de Caacupé desde 1980.
Detrás del altar está la imagen de Nuestra Señora de
Caacupé, a su derecha San José con el Niño y a la izquierda San Roque González
de Santa Cruz, jesuita, el primer santo paraguayo canonizado.
En la Basílica hay un mirador.
Al subir por las escaleras, a los costados hay una serie de
pinturas que van mostrando distintos momentos de la historia de la Virgen de
Caacupé.
LAS FIESTAS
Durante los primeros siete días del mes tienen lugar
ceremonias religiosas, como la oración del rosario que, a las 5 de la tarde, se
realiza en las calles de Caacupé..
En esta ocasión, los devotos se bautizan unos a otros con
agua de la fuente mágica, de la que aún brota un surtidor, a fin de purificarse
para el festival.
Las festividades traen consigo mercados improvisados, donde
se venden cerámicas y artesanías de “Ao Po’í” (tejido típico llamado así por su
semejanza con la tela de araña), así como ferias en las calles, con juegos y
carruseles.
El aire se llena del delicioso aroma de los platos típicos
que se preparan para la ocasión, como sopa paraguaya y chipa.
Día y noche se realizan misas, en español y en guaraní, y
los salones para orar y meditar.
El 8 de diciembre es feriado nacional en Paraguay.
La misa principal se efectúa en la magnífica Basílica de
Nuestra Señora de los Milagros, una impresionante estructura con el techo de
cobre y una explanada de piedras multicolores, ubicada en el centro de la
ciudad.
Aquí se encuentra la estatua de la imagen venerada, y tiene
lugar la mayor concentración de personas que asisten al festival.
La misa comienza tradicionalmente a las 10 de la mañana.
El Presidente del Paraguay, junto a varios de sus ministros,
asiste por tradición a la ciudad a presenciar sus respetos.
Después de la misa, la imagen de la Virgen es colocada sobre
un estrado que luego es llevado en andas por la ciudad por el Presidente y tres
de sus ministros.
La procesión, de aproximadamente una hora, es seguida por
otras alabanzas y una cena tradicional de las familias.
Entretanto, los fieles entonan himnos y piden la bendición
de la Virgen, mientras sostienen frascos llenos del agua que mana de la fuente
sagrada, y que durante todo el año usan para su bendición y la de sus hijos.
ORACIÓN A LA VIRGEN DE CAACUPÉ
“Santísima Madre de Dios y madre nuestra, desde vuestro
Santuario de Caacupé cubrid con vuestro manto protector a vuestros devotos y a
todo el Paraguay.
Interceded por nuestros padres y bienhechores, por los
desvalidos y todos los necesitados de perdón y misericordia.
Proteged a nuestra Santa Madre la Iglesia y alcazad luz a
los magistrados para que hagan justicia y haya paz entre los hombres.
Después de la gracia particular que os pedimos, alcanzadnos
también la gracia mayor de perseverar en nuestra Fe y en vuestro Amor, para así
merecer la realización de la promesa que Nuestro Señor Jesucristo nos hiciera
cuando dijo: “El que persevere hasta el fin se Salvará.”
A Vos pues, Madre querida, clamamos para que nos obtengáis
tan singular favor. Amén.”
(Pídase la gracia particular).
Fuente: https://forosdelavirgen.org
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